Una novela que pretende liberar fantasmas del ayer
La poca asistencia del público al conversatorio del escritor colombiano, ganador por unanimidad del Premio Alfaguara 2011, Juan Gabriel Vásquez -en la sala experimental del Teatro Centro de Arte-, ayer, a las 11:00, pasó a segundo plano luego de que la conversación entre el escritor y la académica Jeannine Zambrano se tornó envolvente.
“Profunda, auténtica y extraordinariamente bien narrada”, así describe Zambrano la obra del autor bogotano de 38 años, quien ha vivido en Europa desde 1996.
El ruido de las rosas al caer ha sido descrita por la crítica como un negro balance de una época de terror y violencia en un territorio literario lleno de significaciones.
Juan Gabriel Vásquez inicia el conversatorio dejando en claro que su obra no está dentro del género de la narconovela, género que asocia más con la novela negra. Su intención está ligada al hecho de poder atravesar lo tangible, ir más allá de lo que siempre se dijo sobre el narcotráfico en Colombia, especialmente en la época de Pablo Escobar.
Su obra pretende hablar y describir las emociones que se cultivan al vivir en una sociedad donde impera el miedo y donde la zozobra se convierte en un estado habitual.
“Esta es una novela generacional, quise explorar lo que fue para mi generación nacer al mismo tiempo que el narcotráfico”, comenta Vásquez al tratar de explicar cómo esta obra se convierte, para él, en un pulso de exorcismo que pretendía, a través de la reconstrucción de episodios vividos, liberar fantasmas.
El conversatorio fluye, Vásquez responde ampliamente las preguntas de Jeannine Zambrano y confirma abiertamente la influencia del escritor estadounidense Philip Roth; además, explica su gusto por las novelas que no dan respuestas, sino que generan nuevas y profundas interrogantes.
“Creo que las novelas se dividen en dos: las que le dicen al lector que el mundo es más sencillo de lo que pensaba y las que le invitan al lector a cuestionarse que todo tiene muchos más grises de lo que piensa. Esas son las novelas que me gustan”, afirma el escritor.
Vásquez cuenta que el nombre de su última obra se debe a que hay un leitmotiv con las cosas que caen al suelo y el ruido que hacen; también habla sobre la fuerza que presentan sus personajes femeninos y asegura que ellas son las encargadas de tratar de enrumbar las situaciones.
El amor es un tema que ha estado presente en los textos de Vásquez; en esta novela no es la excepción, pero va acompañado de una investigación y narración históricas.