800 personas visitan mensualmente el museo
Una muestra recupera el Tulcán de 1900 (Galería)
Cuando de conocer la historia de Tulcán se trata, existen dos formas: preguntar a los adultos mayores que conversan en el Parque de La Concordia o visitar la sala fotográfica de la Unidad de Turismo del Municipio.
En esta sala se exhiben más de 30 fotografías en formato A3, en blanco y negro, que cuentan visualmente la historia del cantón. Hay fotografías de las décadas del 20, 30, 40 y 50. En un breve recorrido se puede conocer al Tulcán de antaño y que no se halla en los libros de historia.
Verónica Paguay brinda información de la sala. Comenta que la mayoría de fotografías es parte del archivo del Banco Central del Ecuador (BCE). La entidad donó el material para el museo.
El lugar ya lleva cerca de 8 años en funcionamiento. Al principio estaba en la Casa de Aduanas, en Rumichaca, pero posteriormente fue trasladado al cementerio.
Paguay indica que el concepto que se tuvo en este museo fue mostrar a los visitantes cómo vivían antes los tulcaneños, cuáles eran los lugares de mayor concurrencia, a qué actividades se dedicaban, los deportes que practicaban y qué hacían para distraerse.
En la muestra, incluso, se puede observar las fotos de las familias acomodadas de la época. Augusto del Hierro fue la primera persona en llevar una cámara fotográfica a Tulcán. Las imágenes de 1909 eran propiedad de su familia.
Algo que llama la atención de la sala es que varias personas han llegado a reconocer a familiares que ya fallecieron. Otros se han enterado de que a Tulcán llegó el primer avión El Telégrafo, que los visitó el primer carro y detalles sobre el terremoto de 1923. Una imagen describe la evacuación de personas en esa tragedia.
“Lo más relevante de la exposición no es solo lo evidente, sino también que la gente tenía otra manera de ser, otra manera de comportarse. Tulcán era una comunidad donde todos participaban de todo y se ayudaban entre sí”, destaca Paguay.
Aparte de las fotos, esta sala muestra una colección de copias de documentos, como tratados internacionales de Ecuador y Colombia, litigios limítrofes, comunicaciones de la época independentista, decretos presidenciales, cartas, biografías, mapas y otros.
Para Andrés Burbano, administrador encargado del camposanto, este museo es primordial por cuanto permite contar la historia de la ciudad de forma didáctica.
Agrega que, muchas veces, los adultos mayores que visitan el sitio cuentan anécdotas que permiten tener una visión de cómo fue vivir en el Tulcán del siglo pasado.
Mensualmente el camposanto recibe una visita de 1.500 personas, de ellas al menos 800 visitan el museo de fotos, ubicado en el segundo piso del edificio administrativo apostado a la entrada del lugar.
Al final del recorrido fotográfico en un libro se puede dejar mensajes y recibir material informativo del cantón.
El camposanto es un lugar turístico del cantón debido a las esculturas realizadas con árboles que llaman la atención.