Cada quien tenía algo que contar. Camilo Pareja, fotoperiodista, así como a un amigo, lo recordó por las diferentes conversaciones que mantuvieron en torno a la pasión que los llevó a conocerse: la fotografía, en este caso, periodística, en particular, y en sus distintos géneros en general. La noche del viernes pasado Camilo estuvo allí y fue parte de un grupo numeroso de amigos y conocidos que se reunió en Quito para recordar, a seis días de su deceso, a Juan Antonio Serrano. 

En Lugo y Guipuscoa, en el barrio La Floresta, está la oficina del Colectivo Paradocs, del que fue parte Serrano junto con  François “Coco” Laso y Santiago Serrano. Allí, en una casa de dos plantas, en su amplio patio, se armaron varios cordeles que se amarraban entre los muros y  tallos de los árboles. Sobre ellos  se envolvían luces intermitentes, de aquellas que se usan para las fiestas de Navidad. Esas luces iluminaban las fotografías que los amigos de Juan Antonio llevaron para recordarlo.

En esas imágenes aparecía el fotógrafo cuencano retratado en momentos cotidianos. Santiago Serrano, que fue uno de los anfitriones de la velada, agradeció la compañía y dijo para qué servirían las fotos que se exponían: todas   estarán agrupadas en un álbum que se entregará a los padres de Juan Antonio.

El fotoperiodista murió la madrugada del domingo anterior víctima de un ataque con cuchillo, en Cuenca.