Una entrevista de este diario obtiene galardón periodístico
Ayer se dieron a conocer los ganadores de la edición número 22 de los premios de periodismo Jorge Mantilla Ortega (JMO), entregados por El Comercio. El anuncio se hizo en la versión impresa del diario.
Los JMO se otorgan en cinco categorías: opinión, entrevista, caricatura, fotografía y reportaje.
En reportaje, el primer lugar fue para Nicolás Cuvi, por su tema sobre un molino quiteño hoy desaparecido, El Censo. El texto se publicó en la revista Ecuador Tierra Incógnita.
Gonzalo Maldonado, de El Comercio, obtuvo el primer lugar en opinión, por un artículo que habla de los enlaces ciudadanos.
Xavier Bonilla (Bonil) obtuvo el premio a la mejor caricatura.
Galo Paguay, con una imagen en la que el coronel César Carrión abraza a su hija, se hizo acreedor al premio de mejor fotografía.
En entrevista, el ganador fue Fabián Mosquera, editor jefe de El Telégrafo, por una entrevista perfil al ex candidato a la presidencia de Colombia en 2010, Antanas Mockus, que a finales de 2011 se encontraba en Guayaquil dictando una conferencia sobre mecanismos anticorrupción.
La entrevista, realizada en el MAAC, se titula “Una mañana en el museo con el doctor Antanas”. Inicia Mockus, sin que le pregunten, con su periodo de alcalde de la capital colombiana, cuando creó la campaña Bogotá Coqueta, colocando a mimos en las calles que advertían sobre contravenciones de tránsito.
Y en ese abordaje de la función pública en que la ciudadanía y la estética caminan de la mano, Mosquera empieza a llevar a Mockus a otros terrenos, en que destaca el repudio a Álvaro Uribe que exhibe el ex candidato del partido verde.
La invitación al museo que le hace Mosquera, también colombiano, a Mockus no es casual: su entrevistado es hijo de una escultora (la lituana Nijole Šivickas), y es descrito por el periodista como un político “a medio camino entre la acción ‘concreta’, militante o de batalla electoral, y la filosofía, la academia”.
“A lo mejor el asunto, pienso, puede interesarle, puede ‘persuadirlo’...”, escribe Mosquera, refiriéndose a la invitación a una retrospectiva del Salón Mariano Aguilera para lograr allá la entrevista, a lo que agrega “lo cual se confirma con su expresión, con su mueca alegre”.
El texto arranca con una extensa contextualización del personaje y termina con una ronda de preguntas al estilo Proust, y habla de un “político ‘atípico’”, que luego de una campaña electoral que pintaba para más, terminó por salir del Partido Verde cuando se convertía éste en simpatizante de Uribe.
Ello le ha valido a Mockus por su coherencia ética, siempre difícil en el “brusco juego de la política”, como lo llama Mosquera.