Una ‘cultura común’ fue el debate iberoamericano

Iberoamérica tiene el reto de encontrar un espacio común para 700 millones de personas, a quienes la cultura les haga reconocibles como iguales a pesar de diversidades tan acentuadas como la de República Dominicana, con 800.000 analfabetos, o Uruguay, donde cada niño tiene un ordenador en la escuela.

El reto, dijo el secretario de Cultura español, José María Lasalle, en el ‘conversatorio iberoamericano’ organizado en el V Congreso Iberoamericano de Cultura, será “trasvasar una identidad cultural compleja y diversa” al mundo digital y ser capaces de que ello no se torne “en una tensión dialéctica”.

A su juicio, el obstáculo es que el propio modelo genera problemas de estatus en asuntos como la velocidad de acceso a la red. No es lo mismo -dijo- “acceder que conocer, ni información es lo mismo que saber”.

El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, apuntó que en un mundo globalizado y dominado por lo material, “si hay algo que caracteriza lo iberoamericano es la riqueza de su cultura” y que es ahí donde “adquiere fuerza la idea de espacio cultural común”.

Tras la charla, ministros de Cultura como el de R. Dominicana, José Rodríguez, y el director nacional de Cultura de Uruguay, Hugo Achugar, citaron cómo se inserta su realidad en la de un espacio cultural común. Por primera vez en su historia, Rodríguez anunció que “El Salvador dispondrá de una política cultural”, que presentará la semana próxima y que servirá para 10 años.

En R. Dominicana la meta es erradicar en 2014 el analfabetismo y se creen capaces porque desde que el presidente Danilo Medina tomó el poder, en 2012, ya se alfabetizó a 20% de esa población involucrada en el reto. “La brecha digital -dijo- va paralela a la de la alfabetización, pero la primera la impone el mundo y lo segundo depende del Estado” y “un país analfabeto es una rémora para la región”.

En el otro extremo, el Director Nacional de Cultura de Uruguay ha explicado que el país, de 3,5 millones de habitantes, desarrolla desde 2007, dentro de su programa Ceibal, el proyecto de entregar a cada niño de enseñanza pública un ordenador personal para la escuela.

Acceso de los medios
“No hay una democracia viable ni hay justicia posible si no se democratiza el acceso a los medios de comunicación y a la conectividad”, aseguró el secretario de Cultura de Argentina, Jorge Coscia, que ha advertido contra los monopolios a los que “no plebiscita nadie”.

Él destacó que para que las nuevas tecnologías generen igualdad y justicia, “hay una gran responsabilidad de los Estados para lograr que sea algo accesible”.

“Hay decenas de casos donde la tecnología fortalece la dependencia y el atraso. La forma en la que tiene que funcionar lo digital es que los Estados asuman determinadas responsabilidades, como es la alfabetización digital de las escuelas, sobre todo las públicas”, recalcó.

Tras insistir en la necesaria democratización de la propiedad de los medios de comunicación, se refirió a los peligros de la concentración de este sector en pocas manos.

“Ese Gran Hermano que imaginábamos parecido a Stalin, terminó siendo parecido a los grandes dueños de medios de comunicación”.

“Que nosotros contemos nuestros relatos; si nos los cuenta Hollywood, si entregamos nuestra alma que es la cultura, nos irá peor”, vaticinó.

Arsqvitensis, elegido entre 500 proyectos

Este es un proyecto cultural ecuatoriano que integran los 21 elegidos del concurso ‘Emprende cultura’, organizado para este V Congreso Iberoamericano de Cultura. Su creador es el quiteño Pablo Escandón Montenegro.

“La finalidad de este proyecto es crear contenidos multiplataforma del Arte Quiteño, que integren los conocimientos generados por los académicos del arte con las narrativas inmersivas digitales y la producción artística actual”, cuenta el sitio web del congreso.

“Es un proyecto de largo aliento que convoca a todos los creadores actuales para que desde su actividad recuperen todo el legado del arte colonial, lo transformen y lo comuniquen a la ciudadanía como lo que fue en sus inicios, una pedagogía popular. En Arsqvitensis queremos que el patrimonio sea algo cotidiano y que la gente se vea reflejada en las obras artísticas”, explicó su creador sobre las pretensiones del proyecto.

Kurtú aparece como moneda cultural

Alejandro Valdez, creador de Kurtú, una moneda virtual que servirá para la compra de bienes culturales, ganó el premio “idea más innovadora” en el V Congreso Iberoamericano de Cultura en Zaragoza, España, informó el diario paraguayo ABC Color.

La moneda servirá para la compra de bienes culturales, como entradas para conciertos, exposiciones artísticas, teatrales, libros y entradas al cine, entre otras cosas.Esta moneda funcionará con la adhesión al proyecto de empresas interesadas en la difusión de los actos artísticos.

Por ejemplo, contó Valdez, si una empresa que vende galletas apoya el proyecto, al adquirir el producto el comprador podrá fijarse que en el envoltorio se indica que ese producto tiene un valor agregado Kurtú, entonces procederá a escanear el código de barras con una aplicación que deberá descargar en su celular.