Estaba nervioso. Él, Rafael Correa  como presidente, aparecía ligeramente sonrojado y por interminables segundos no atinaba a abrochar la medalla sobre la solapa del abrigo de María del Pilar Cuesta Costa. Ambos estaban de pie, en el centro del Salón Amarillo, en Carondelet; un área donde los observaron atentamente los ministros, el Vicepresidente de la República, las cámaras de TV, la guardia presidencial y, claro, Víctor Manuel San José Sánchez, que luego también recibió una medalla que le fue colocada sin el rubor inicial.

Aquellos personajes condecorados son conocidos sobre el escenario simplemente como Ana Belén y Víctor Manuel y son cantautores. Y ese dúo, pero principalmente la cantante, fue la causante de la turbación presidencial. “Y perdone, después de seis años como presidente aún no aprendo a poner esas condecoraciones”, confesó y se excusó Rafael Correa. “Aquí está mucha gente de mi generación y todos estuvimos enamorados de Ana Belén, ¿verdad?”, trató de justificar cuando le tocó ir al podio.

“Hace poco más de un año tuve la oportunidad de cantar en el Teatro Sucre y ese mediodía fue un encuentro formidable. Con el presidente (Rafael Correa) charlamos de todo. Y preguntó: ‘Anita dónde está, por qué no ha venido’, y se sabía todas las canciones y estuvo esperando a que venga Anita para condecorarnos a los dos juntos”, recordó y bromeó Víctor Manuel. Y se mandó una cuña: “Este país es inmensamente mejor que el país que conocimos hace 17 años”, dijo y se ganó el aplauso del auditorio que también estuvo compuesto por músicos y actores.

Previamente Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia del Ecuador, enunció exactamente la razón de los reconocimientos. Los artistas españoles recibieron la Condecoración a la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Oficial, oficiados a través de los decretos presidenciales 1335 y 1336. “Se ha distinguido por sus éxitos musicales”, “quien ha aportado a la cultura musical en países de habla hispana”, fueron algunas de las justificaciones que constaban en cada uno de los documentos oficiales antes citados para emitir dichos reconocimientos. Estos oficios fueron leídos por Mera.

Correa ya en el podio no estuvo tan contento con las razones previas. “Firmé muy rápido, sin leer el contenido por el arduo trabajo”, dijo. “Esta condecoración no es solo por los éxitos musicales, hay muchos artistas con éxito musical, pero muy pocos como Ana Belén y Víctor Manuel, con ese compromiso, con esa militancia por la justicia, por ese humanismo, por ese soñar cada día por un planeta mejor”, afirmó e insistió en que esas también eran las razones por las que el Gobierno ecuatoriano los celebraba.

Casi todo fue silencio mientras el Presidente hablaba. Los ministros Ricardo Patiño, María Fernanda Espinosa, Karina Vance, entre otros, que se situaron en la parte de adelante, escuchaban atentamente. Ya en la parte última, cerca de donde estaba ubicada la prensa, Galo Mora, Miguel Mora, Gustavo Baroja y otros usaban breves momentos para comentar, en voz baja, lo que se les ocurriera. O sino miraban hacia la galería que está cerca del tumbado del salón y que retrata a los ex mandatarios, previos a Correa. 

“Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice/ y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”, de Mario Benedetti, les refleja querido Víctor Manuel y Ana Belén, les refleja”, empezó el Mandatario. “Les ha juntado en la bronca de una juventud republicana, democrática, antifranquista, revolucionaria, propositiva, enriquecedora/ les ha contaminado, pero no con el humo que asfixia el aire, sí con los labios que anuncian besos/ ese amor que se palpa como un río de tres orillas, que se arremolina, que se encabrita, que se hincha, que va que viene, y al mismo tiempo está quieto, que es profundo/ que les ha unido por más de 40 años, mezclándose, creando, viviendo cada día en contra del olvido, como Ana Manuel o Víctor Belén/ queriéndose como se quieren sin caber en ningún modelo”, recitó Correa parando brevemente para insistir en lo tanto que escucha y sabe sobre las canciones de los artistas. Su discurso en tono lírico siguió por más de 15 minutos.

Más tarde los invitados pasaron al salón de eventos para participar de una cena organizada por la Presidencia. Una frase quedó en el aire, una que hizo reír al público luego de que Víctor Manuel se refiriera a la afición por el canto de Correa. Y Correa dijo: “Yo canto para desestresarme, pero estreso al resto, es el único abuso de poder que cometo de vez en cuando”.