Los objetos históricos se suman a otros 8.580 recuperados desde 2010
Una botella de Chorrera fue rescatada en 2001
Una botella antropomorfa de la Cultura Chorrera (1100 a.C. – 1 d.C.) estuvo en una casa de remates, en Chile, junto con otros 117 bienes patrimoniales de Ecuador. Para que esas piezas llegaran a ese lugar tuvieron que ser transportadas a través de, al menos, 2 fronteras, sin pasar por el registro de aduanas o haciéndolo de forma fraudulenta. Los traficantes suelen ocultarlas de formas insospechadas.
Su rescate del mercado negro se hizo en 2001, cuando la botella que puede tener dos mil años de antigüedad fue incautada iniciando un proceso judicial. El delito del que se acusó a quienes ofertaban las piezas fue el de “fraude aduanero” y para noviembre de 2001, los bienes patrimoniales pasaron al repositorio del Museo Nacional de Historia Natural chileno de forma provisional.
El viaje al que habían sido sometidas las piezas las ponía en el blanco de coleccionistas y traficantes que negocian su precio negando su valor cultural al público de museos o a la ciudadanía de los territorios en que se elaboraron. El 5 de noviembre de 2014, Perú recibió 74 de estos objetos, mientras que, un mes después, la repatriación se dirigió hacia Ecuador, con 115 piezas.
Los bienes son catalogados antes de volver a su país de origen; esa individualización permite que se identifiquen sus características y su destino si es que los traficantes no lo sabían con exactitud. En el caso de las piezas que iban a ser empeñadas en Chile, un informe pericial —fechado en 2002— de la arqueóloga Victoria Castro Rojas, con el apoyo del abogado Germán Margozzini y del estudio de abogados Bofill, Mir & Álvarez Jana— dice que estaban clasificadas antes de incautarse.
Símbolos para la perpetuidad
La milenaria botella con forma humana fue el símbolo de un nuevo regreso de los bienes, recuperados en Chile, al Ecuador el jueves pasado.
Ernesto Ottone (ministro Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes chileno) le dio la pieza arqueológica a Guillaume Long (Ministro de Cultura y Patrimonio del Ecuador), en la Cancillería. Fue una repatriación necesaria y la botella de Chorrera volvía a encerrar un nuevo sentido a dos siglos del que le dio lugar en la Costa.
En los tiempos de Chorrera, dice el investigador Prometeo Jonathan Damp, hubo una considerable expresión cultural que está documentada, de alguna forma, en la cerámica de esta cultura, cuyos lugares de asentamiento iniciales —según indagaciones recientes de Damp— pueden ser la cuenca alta del Río Guayas o en Salango, además de Los Ríos, donde se originó y ya se conocía su situación.
“Es posible que, durante el Periodo Formativo tardío (500 a.C. - 0 d.C.), hubiera un crecimiento de la población que diera lugar al establecimiento de aldeas bien organizadas”, escribió Damp en el libro Estudios Interdisciplinarios en cinco espacios prehispánicos tardíos del Ecuador (INPC, 2014).
La repatriación, por tanto, daría lugar a nuevos indicios sobre el pasado de esta y otras culturas, como Bahía, Inca, Jama Coaque, Puruhá, Valdivia y La Tolita, de las cuales también llegaron algunas piezas, luego de que Long y Ottone firmaran el convenio específico de cooperación interinstitucional durante la IV Reunión de Consejo Interministerial Binacional, que se celebró el 15 de octubre en Quito.
“Estamos tratando de homologar, entre países vecinos, protocolos internacionales para fortalecer herramientas contra el robo de bienes arqueológicos”, dijo el ministro chileno mientras que su homólogo ecuatoriano preside el Comité Técnico Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, entidad que recuperó 8.580 bienes (4.555 de los cuales fueron repatriados) desde 2010 hasta 2014.
Las “colección Villalobos”, con la que están relacionadas algunas de las piezas recibidas, incluyó cerámicas de las culturas peruanas Mochica y Nazca, que también fueron repatriadas, como una forma de respetar la Convención de la Unesco, en 1970, donde se condenaba el tráfico ilícito de bienes culturales. (I)
Datos
Las piezas recuperadas tienen relación con la ‘Colección Villalobos’ y estuvieron bajo la custodia del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de Chile.
En Chile, el Juez Trigésimo Cuarto del Crimen de Santiago dictó una orden, luego de la incautación realizada desde el 2001, para que los bienes pasaran a manos del Museo. Otra repatriación fue hacia Perú, en mayo.
Los bienes arqueológicos pertenecen a las culturas de la Costa, como Bahía, Chorrera, Inca, Jama Coaque, La Tolita, Puruhá y Valdivia. Su tráfico ilícito es valorado pese a que incurre en delito de fraude aduanero.
El Comité Ecuatoriano de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales recuperó 8.580 piezas, desde 2010 y hasta el año pasado. Esta cifra abarca 4.025 bienes rescatados en el país y 4.555 repatriados, a los que se sumarían los recientes hallazgos.