Una bandera ens agermana, el vínculo entre el Barça y Cataluña

¿Puede un club de fútbol convertirse en un símbolo identificador de un país? Desde su nacimiento, el Barça ha vivido siempre plenamente integrado a los cambios sociales y culturales de Cataluña. Su imagen como símbolo del país la podemos observar en múltiples manifestaciones de hoy en día: la ofrenda floral periódica al monumento de Rafael Casanova, la Cruz de Sant Jordi en el escudo o los gritos a favor de la independencia en el minuto 17’14’’ de cada partido que se juega en el estadio Camp Nou.

Una bandera ens agermana (Una bandera nos hermana) es la primera obra de nuestro corresponsal en Barcelona Adrià Soldevila (foto), un libro que se dedica a hacer un repaso histórico de los vínculos del catalanismo político con un club que se ha forjado una identidad que siempre ha ido más allá de su función deportiva.

La historia del Barça está repleta de hechos que vinculan el club al nacionalismo catalán: la pitada al himno de España el 1925 durante la dictadura de Primo de Rivera, el fusilamiento de su presidente Josep Sunyol en la Guerra Civil española, o el cumplimiento absoluto de la huelga de los tranvías de 1951 por parte de los socios que salían del campo.

Soldevila, acompañado de su amigo historiador Abraham Giraldés, se encarga de hacer una aproximación a esta trayectoria, destacando los hechos significativos desde la fundación por parte de Hans Gamper hasta la actual presidencia de Josep Maria Bartomeu.

Formar parte del movimiento político catalán para defender la cultura, la lengua y la identidad nacional ha sido siempre una prioridad dentro y fuera de los terrenos de juego para un club que cumple mucho más que una función deportiva. La trascendencia social de todas las acciones públicas del FC Barcelona ha ido ligada, desde los inicios, en la historia de Cataluña y sus hechos más importantes.

Además, el repaso de hemerotecas desde 1899, año de su fundación, ha ayudado a descubrir y a introducir en la obra hechos y situaciones desconocidas en la época actual.

Entre ellas, la petición del Real Madrid para participar en el Campeonato de Cataluña durante la Guerra Civil, ya que dicha competición fue la única que siguió disputándose durante el conflicto, o la voluntad del club de potenciar el idioma del país en una etapa complicada como la dictadura de Primo de Rivera con los cursos de gramática y de literatura catalana, especialmente producidos para socios y aficionados.