Una bailaora que se renueva y reflexiona
Comenzó a bailar a los 5 años, y ha atravesado por varias disciplinas dancísticas. Mariana Astutti, una bailaora y profesora argentina de 34 años, está por tercera vez en el país para dictar un taller de flamenco en la escuela de danza “Andanzas”, y compartir su nuevo conocimiento, el uso del cajón.
Es profesora en artes combinadas, historia del arte especializada en cine, teatro y danza. Y sus conocimientos -y amor por la educación- hacen que su faceta de bailarina sea de reflexión y búsqueda constante.
Para Astutti la danza es una de las artes más interesantes, ya que, según dice, es la más consecuente con la vida. “La vida es movimiento y estás cambiando todo el tiempo, igual que la danza. Por eso el flamenco se pone más rico cuanto más vieja te pones, porque tenés más experiencia de vida, te vuelves más pesada”.
Su profesión la llevó a la investigación teórica del lenguaje y la danza. Inició en el flamenco en 1997, a los 18 años. No viene de familia española. Su ascendencia es de italianos y de indígenas mapuches de la Patagonia. “No es algo que traigo desde la cuna, fue más bien un encuentro casual que se dio y yo sentí que podía integrar”.
Para Astutti el flamenco es un arte que utiliza sin alejarse de su identidad. “Hago un ejercicio de mucha conciencia de no tomar el flamenco de forma imitativa. No soy española, a mí me atraviesa un contexto cultural socio-político determinado en el cual tomo esta herramienta española, pero en favor de lo mío”, recalca.
Su paso por el país le ha dejado ver la constante creación de espacios para la danza. “Veo que cada vez hay una línea más determinada para enseñar desde la educación infantil, lo que me parece excelente”.