Christian Cabrera, secretario de Uniteatro Guayas Asociación de actores de la provincia del Guayas y director general del, por ahora, quinteto CLOU Proyecto Teatral, se mostró contento de casi llenar Teatro de Pipo, sala ubicada en la Asociación Comunitaria Hilarte (Callejón  Parra # 1606 y Calle 29) que posee cien sillas, ya que él vive muy cerca de esa zona suburbana y varios miembros del público lo reconocían como “del barrio”. El pasado viernes, alrededor de las 19:30, estrenaba oficialmente a su asociación de profesionales del teatro con la obra Goteras, del importante dramaturgo local José “Pipo” Martínez Queirolo, por quien se nombró la sala que visitaban.

El montaje que combina lo escrito por “Pipo” con textos del cuento Un llanto azul, de la escritora panameña Poldy Bird y que abunda en elementos espectaculares del juego de la expresión corporal y técnicos de iluminación y sonoros, fue aplaudido sonoramente por un público que incluía al actor y director Víctor Acebedo, del grupo Ubriaco -que ya tiene  preparados dos montajes para estrenar-; los directivos de Hilarte, Patricia Toro y Newton Soria; y los integrantes de su grupo teatral Crearte Jóvenes. Mientras se desarrollaba la densa obra hubo un silencio casi absoluto, excepto por unos celulares no apagados a tiempo y el llanto de algunos bebés presentes. Desde el ingreso, cuyo costo era de $ 1 para mantenimiento, los colaboradores de Hilarte acomodaban al público en su sala y  daban indicaciones para el mejor desarrollo de la velada, como en caso de que alguien esté apurado  asista al teatro en otra ocasión.

No era la primera vez que el escenario asentado en un sector popular acogía teatro, pero sí fue la primera vez que se escenificó una obra de Martínez Queirolo en él. Antes para alivianar el ambiente dramático y de reflexión que dejaría Goteras, María Triviño (esposa de Cabrera y formada en teatro en Argentina al igual que él), Guido Mora, Cinthya  Bailón  y Darwin Cárdenas hicieron reír  a los presentes con el sketch de creación colectiva A falta de pescado bueno es el pan, que ya había sido aprobado por el público guayaquileño en las más recientes Olimpiadas del Humor. Esta vez representar al amargado vendedor de pescado y al “sabroso” vendedor de pan tenía otro sabor, ya que se lo hacía frente a gente que comparte con estos personajes todos los días.

Desde el preestreno que tuvo en el Teatro José Martínez Queirolo de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Goteras ha mutado bastante, permitiendo que en Hilarte quien brillara fuese Mora, abogado de profesión, en el papel de Jorge. Bailón, quien había dominado la escena en la anterior presentación como Luciana, estuvo algo más apagada, pero el público la premió con su aceptación y preguntas al final.

En el foro que llevó Cabrera, con la participación de la gente del sector, los integrantes de Crearte Jóvenes, Acebedo y un fotógrafo de prensa se pudo felicitar a los asistentes, la colaboración en el desarrollo del montaje y sentar la posibilidad de que el grupo Ubriaco también pueda presentarse en Teatro de Pipo. Solo Bailón y Cabrera hablaron por CLOU, pero fueron más que correspondidos, incluso por una joven que leyó Goteras e invitaba a explorar esa obra “increíble”.