En Tokio crean un mundo de arte digital
La cascada baja a toda velocidad por una pared e inunda la sala. En realidad es una ilusión. Bienvenido al museo tokiota del colectivo japonés teamLab, conocido por sus espectaculares exposiciones de arte digital.
Un paseo bucólico en medio de un arrozal, otro entre lámparas, en medio de un océano de olas, y degustación de un té verde aderezado con una flor virtual son algunas de las experiencias en las que el visitante se sumerge.
También propone actividades lúdicas, como caminar por colinas, volar por el espacio saltando de una especie de trampolín o moverse al ritmo de un centenar de bailarines con forma de siluetas traslúcidas.
Universo sin fronteras
Cinco universos distintos. Las obras reaccionan al contacto del espectador y le siguen a lo largo del recorrido, un proceso fruto de complejos algoritmos.
“Hemos creado un universo sin fronteras compuesto por obras de arte que se desplazan por sí solas, se comunican entre ellas y a veces se mezclan con otras”, explica Toshiyuki Inoko, de 41 años, cofundador de teamLab.
“Me gustaría que este espacio fuese un lugar donde se pueda recordar que en nuestro mundo las fronteras no existen”.
En 2001, él formó teamLab con compañeros de la universidad de Tokio tras estudiar ingeniería, con una meta: “liberar el arte de las restricciones físicas” de los lienzos.
“Creemos que el arte digital puede extender el concepto de belleza”, resume teamLab en su manifiesto.
Pasaron 10 años hasta que en 2011 el colectivo comenzó a dar verdaderos pasos artísticos en Taipei antes de alzar el vuelo en 2014 al integrar la galería neoyorquina Pace Gallery.
Un año más tarde organizaron su primera exposición en Japón, que atrajo a medio millón de visitantes en cinco meses.
De ahí dieron un nuevo salto al extranjero para dar a conocer su trabajo, en Londres, Silicon Valley, China...
TeamLab da ahora un nuevo paso con la creación de su propio museo en colaboración con la empresa inmobiliaria Mori Building, y con el apoyo de grupos japoneses, desde Panasonic a Epson, que suministran el sofisticado equipamiento.
Ultratecnólogos
Dicen que es “único” en el mundo. Es un vasto espacio de 10.000 m² que reúne 50 obras en el barrio futurista de Odaiba, en la bahía de la capital y muy frecuentado por turistas.
Un total de 520 ordenadores y 470 proyectores lo convierten en toda una proeza tecnológica. Las obras no son “ni animaciones pregrabadas, ni imágenes en bucle”, sino que están realizadas en tiempo real, insiste teamLab.
“El hecho de que el universo se transforme con la presencia del otro es muy importante para nosotros. Formo parte de la obra al igual que los otros visitantes”, comenta Toshiyuki Inoko.
Entre bastidores se afanan 500 “ultratecnólogos”: artistas, ingenieros, programadores informáticos, matemáticos, expertos en robótica, arquitectos...
El costo total del proyecto no se ha revelado pero se necesitan entre uno y dos millones de dólares por obra digital, según un miembro del equipo.
TeamLab no confirma estas cifras y afirma que “el monto puede variar considerablemente” entre una y otra.
El edificio, llamado oficialmente “Mori Building Digital Art Museum: teamLab Borderless”, abrirá sus puertas el 21 de junio. La entrada costará $ 28 y cuenta con atraer a un gran público de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020. (I)