Nacido en Zámbiza, al nororiente de Quito, Luciano Carrera es considerado a nivel nacional e internacional uno de los mejores flautistas del país, y quizá es el único artista que ha tenido la oportunidad de grabar su trabajo en el Departamento de Música de la Radio y Televisión de Francia.

¿Cómo surge su pasión por la música y la flauta?
Mi amor por la música comienza desde la cuna. Mi padre, Mesías Carrera, es músico y compositor de más de 800 obras a lo largo de su vida musical; él fue mi vinculación directa hacia este formidable mundo. Al terminar mis estudios primarios y luego de recibir todas las enseñanzas de mi padre, ingresé al Conservatorio Nacional de Música, allí tuve grandes maestros, como Eduardo Donatto, uno de los mejores flautistas que ha tenido el Ecuador. Donatto fue quien formó mi espíritu musical. Esta suerte de tener guías en mi camino musical facilitó mi aprendizaje, interpretación, composición y, sobre todo, amor por la música, fue así que a los 14 años me convertí en miembro activo de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador.

Luego de graduarse como profesor de música, ¿qué sucedió con su carrera?
Fui contratado por el Gobierno de Costa Rica para ser parte de la “famosa revolución musical” en este país. Gracias a ese proceso de transición, en la actualidad Costa Rica tiene una de las mejores orquestas latinoamericanas. Mi presencia allí dejó huella y se convirtió en mi escuela para aprender a interpretar la flauta.

DATOS

El concierto de cierre se realizará esta tarde, a partir de las 17:00, en la Casa de la Música (Valderrama s/n y Av. Mariana de Jesús, en la subida hacia el Hospital Metropolitano), en Quito. La entrada es libre, pero quienes asistan, al final, podrán realizar una donación económica. La OSNE será la que interpretará piezas de Mozart, Tchaikovsky, entre otros compositores.

Convocatoria: Se han juntado más de 100 músicos en escena, quienes se han presentado en diversos escenarios de la ciudad.

Edición: Es el XXIII Festival Internacional de Flauta y la VI Convención.
Desde su experiencia, ¿es posible que la música incida en el temperamento de la sociedad y en su formación?
Ayuda mucho, porque es una herramienta que permite vincularnos a la sociedad de manera directa. Hemos realizado diversos conciertos de tipo social en sitios de “reconstrucción humana”, como personalmente los llamo. Hemos tocado, por ejemplo, en el penal, en hospitales, en algunos asilos de ancianos y orfanatos,  con el objetivo de generar interés en el público cautivo y, sobre todo, para permitirles de manera gratuita el acceso a escuchar buena música, además de introducirlos e incentivarlos en el gusto por ella. Estas actividades  han permitido, en parte, sostener la existencia de la orquesta.

Para entenderla mejor, ¿la flauta es, acaso, un instrumento para cierto tipo de música?
Para nada. Mi afán es mostrar que la flauta puede tocar todo tipo de género musical. La flauta es el único instrumento que históricamente se desarrolló con el ser humano. Todas las culturas ancestrales y antiguas tocaron la flauta a la par de su desarrollo sociocultural.

Usted no solo ha estado en Costa Rica sino también en Europa, ¿cuál fue su experiencia allá?
Estuve algunos años en Francia. En ese bello país tuve la oportunidad de grabar en el Departamento de Música de la Radio y Televisión de Francia. Tras una audición, en octubre de 1982, fui invitado a grabar composiciones francesas y ecuatorianas para flauta y piano. Gerardo Guevara, Carlos Bonilla, Milton Estévez, Claudio Aizaga, Arturo Rodas, Jacinto Freire, entre otros artistas ecuatorianos, compusieron  algunas piezas para mí durante esa época. Posteriormente se hicieron presentes los reconocimientos de otros artistas de talla internacional. José Berghmans me dedicó una obra llamada “Concertación para flauta y orquesta”. Lo fantástico de esta pieza es que el segundo movimiento es para flauta indígena con orquesta.

¿Qué significa  forjar nuevos espíritus musicales?
He tenido la oportunidad de dar clases magistrales en algunas de las universidades más importantes del mundo, además de ser profesor en mi propio país. Es así que, a la par de tocar e interpretar, he tenido la oportunidad de compartir mis habilidades musicales con gente de casi todo el mundo en estos casi 50 años de carrera. Este tipo de experiencias ha enriquecido mi nivel de enseñanza y aprendizaje a nivel nacional e internacional, hecho que se ha convertido en estímulo para mantenerme en un buen nivel y estar constantemente aprendiendo.

¿Cómo nace la idea de hacer un festival internacional de flauta?
A inicios de los 90 fui invitado al Quinto Festival Internacional de Flautistas en Lima–Perú, ahí tuve la oportunidad de encontrar gente y músicos maravillosos, muchos de ellos ahora comparten con nosotros la experiencia de ser parte de este megafestival que busca reunir a grandes personajes de la música a nivel mundial.  Este año la Convención Internacional de Flautistas en el Centro del Mundo, en su quinta edición, no fue la excepción, pues contó con la presencia de maestros reconocidos de Brasil, Cuba, Estados Unidos, Italia, Noruega, Japón, Perú y, por supuesto, Ecuador. Durante más de ocho días se brindó una serie de conciertos en la Casa de la Música, el Auditorio de la Universidad Católica del Ecuador, la iglesia de Zámbiza, así como conferencias, seminarios y clases magistrales de flauta, viola, violín, guitarra, canto, piano, fagot y composición.

¿Cómo se maneja el tema de ayudas y financiamientos?
Es importante mencionar que desde el comienzo ha sido complicado conseguir financiamiento para este proyecto, incluso hasta hoy lo es. Al inicio no había el presupuesto necesario, por lo que hubo que buscarlo por todos lados. Finalmente encontramos amigos y gente cercana a la música que aprecia esto, fue así que logramos cumplir la XXIII edición este año. Actualmente contamos con un pequeño aporte de la Secretaría de Cultura del Municipio. Recientemente presentamos la propuesta de este festival a la convocatoria del Sistema Nacional de Festivales impulsado por el Ministerio de Cultura, pero lastimosamente no calificamos. No sabría decir cuáles fueron las causas o carencias del festival para no ser tomado en cuenta.

¿Cuál es la trascendencia de este festival?
Cada año recibimos más propuestas de músicos de todo el mundo que nos contactan para  participar en este festival, porque su trascendencia es de nivel mundial. La prensa internacional ha hablado sobre este evento y lo ha catalogado como el más importante del continente, debido al gran número de músicos que llega hasta Ecuador de casi todas partes del mundo.  

¿Qué es la música para usted?
La música es el sentimiento más importante que tiene el ser humano, el sonido es el intermediario... si no fuera por el sonido no tendríamos ningún tipo de comunicación. La música que está bien estructurada ayuda al crecimiento interior del humano, hace que el espíritu se eleve a una condición superior.

SERGIO PALLOTELLI FUE UNO DE LOS INVITADOS

Sergio Pallotelli es italiano y músico de profesión. Recuerda que tuvo la oportunidad de ser parte de este evento por primera vez hace ya siete años. Manifiesta que este festival tiene buena acogida alrededor del mundo, sobre todo por la calidad de los músicos que participan en él. Para el flautista, el desarrollo del instrumento tiene que ver con búsquedas, pero considera que, en esta época, aquello se está forzando.