Richard Dowling es un artista oficial Steinway, radicado en Nueva York, donde tiene un almacen de partituras, quien por pedido del arquitecto Stephen Forneris, encargado del diseño del Teatro Sánchez Aguilar, participó de la selección y decisión de compra de un piano de concierto para el espacio Cultural.

En febrero luego de probar varios pianos enviados por la fábrica Steinway ubicada también en Nueva York, junto  con el señor Sánchez -no identifica cuál de los responsables del teatro lo acompañó-, es invitado a almorzar y recibe su primera oportunidad de venir a Latinoamérica a tocar, para el estreno del piano seleccionado, en el local del teatro en el km 1,5 vía a Samborondón. Considera que el piano y el personal convierten al sitio en el Carnegie Hall de Guayaquil.

¿Cómo seleccionó el piano?

En Estados Unidos toqué por horas unos 6 ó 7 pianos totalmente nuevos y junto con el señor Sánchez decidimos que el que tocaré hoy -el miércoles 11 de julio- era el mejor por tener el gran sonido para la gran sala de conciertos que es el teatro.

¿Cómo lo sintió ya en el local?

Ensayé apenas unas tres horas y lo sentí como si tuviera tanto poder como un auto con un gran motor y que se quiere hacer rugir de golpe, para ver que tan rápido puede ir.

¿Alguna obra especial en el repertorio que trae a Ecuador?

Tocaré “Claro de luna” de Beethoven, “Fantaisie-Impromptu” de  Chopin y “Rapsodia en azul” de George Gershwin, las tres son piezas   famosas en la música clásica y por ser el primer concierto con el nuevo piano  debía tener piezas de renombre como esas.

¿Primera visita a Latinoamérica?

No había sido invitado, el mundo es muy grande y hablo francés, no español, por lo que toco en Francia muy seguido, pero también en México porque soy de Texas y tengo contactos allí. Quiero tocar más en Latinoamérica, a donde suelo   venir por las festividades.

¿Cuánto le toma preparar un repertorio para concierto?

Traje piezas que he tocado a lo largo de mi vida, especialmente las famosas, por lo que me es difícil decir cuantas horas requiero para prepararme para un concierto, pero depende... Toma toda una vida volverse un maestro en cualquier cosa, como el nadador Michael Phelps.

¿Texas es un estado para dedicarse a la música clásica?

Texas es un gran estado para el piano clásico, en Forth Worth vive Van Cliburn, el gran pianista norteamericano y la mayor competencia en el mundo es la que lleva su nombre y se realiza en esa  ciudad. Hay una gran tradición de piano clásico en Texas desde los 50.

¿Cómo elige donde tocar, si es en Europa o en América?

Europa y América son   grandes, incluso Europa y Estados Unidos tienen tamaños similares, así que cada año recibo invitaciones de varios lugares. Nunca se toca  en los mismos sitios, porque el presentador quiere diferentes personas y te invitan cada 4 ó 5 años porque hay muchos pianistas, cantantes, violinistas y quieren algo  nuevo siempre. Eso lo decide el presentador y solo me excuso si ya tengo otro recital.

¿Le gusta aprender de la música de los países que visita?

Me especializo en el “jazz temprano” conocido como ragtime, como el tema “The entertainer” -del filme “El golpe”- que a la gente le encanta escuchar en los festivales y lugares que toco en EE.UU., también en Francia donde enloquecen con ese ritmo centenario entre el jazz y lo clásico. He compuesto algunas piezas en estilo impresionista e íntimas. Es más fácil tocar solo, un placer porque haces lo que quieres.