Teorema de Pasolini se lee por los costados
El auditorio del Centro de Difusión Cultural de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil permitió que 25 personas se congregaran para disfrutar de un cine foro que no era tal. Lo dijo Liliana Miraglia, una de las tres organizadoras del programa al que se invitó al público: era una actividad que mutó durante su diseño, ya que incluía la proyección del filme Teorema, de Pier Paolo Pasolini, y el conversatorio Cuando Dios es un muchacho, pero que tal vez era una sesión más cercana a la filosofía.
Aunque al término se reveló que se iba a pedir que el público acudiera con una visión previa del filme para el conversatorio, más bien se prefirió ver en conjunto e in situ la película que se transformó de verso a novela y luego a cine. En 100 minutos el público apreció en silencio Teorema, una producción que se adjudicó el galardón de la Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual (OCIC) en 1968.
El foro estuvo basado en el título del análisis que el psicoanalista francés Jean Allouch hizo de Teorema y las notas que las 3 organizadoras -Alicia Bourne, Miraglia y Silvia Martínez- recopilaron en los seminarios dictados por el psicoanalista francés, paciente y luego discípulo de Jacques Lacan, los 2 últimos años en México y Argentina.
Entre preguntas y respuestas se discutieron posibles vinculaciones entre el nacimiento del psicoanálisis y la “muerte de Dios”, además de lecturas, propuestas por el mismo Pasolini de que el personaje del huésped (Terence Stamp) es el Espíritu Santo