Viviana y Álex Rodríguez López, además de ser hermanos, son compañeros de sueños e ideas. 

El amor por el arte (ella  soprano y él  barítono y violinista) y las ganas de difundir la música lírica  los une y ha hecho que combinen sus habilidades para presentar hoy, a las 19:00, en el Museo Nahim Isaías (Pichincha y Clemente Ballén, Plaza de la Administración), un concierto que abarca de la ópera al pasillo.

Para estos artistas es fundamental que el público entienda lo que hacen,  por lo que  el repertorio que es en francés e italiano será traducido al español.

“El fin de la traducción es que la gente comprenda más la interacción que  hay entre la palabra y la música. Si el público no entiende lo que se dice, no tiene mucho sentido”, comenta Álex.

Agrega  que lo que buscan es que se comprenda  la música y letra en su totalidad, para así llegar   más al público y formarlo para este género musical.

Para Viviana Rodríguez, la ópera es completa y es un musical teatral que reune varias áreas,  como la actuación escénica, vestuario y el maquillaje, para transmitir los sentimientos de la historia que se cuenta a través del canto.

Esta artista de 27 años anhela que,    en algún momento, Guayaquil se convierta en cuna de la ópera y asegura que si hubiera un apoyo más fehaciente por parte de las entidades pertinentes, la ópera podría coger fuerza y llegar a todos los públicos.

“El problema es que no hay presupuesto para realizar óperas. El género no solo es para un público selecto, sino para todo tipo de asistentes y por eso debemos empezar a difundirla”, manifiesta.

La soprano asegura que sí se educa al público y este se vuelve más exigente la sociedad gana mucho, ya que  pedirá eventos de calidad  y obligará a los artistas a prepararse constantemente para poder dar un espectáculo de alto nivel.

Dentro del repertorio que   presentarán hoy   interpretarán varias  canciones en homenaje a  la ciudad, como  Guayaquil pórtico de oro, Guayaquil de mis amores, El aguacate y  Romance de mi destino.