Tecnología y arte activan nuevas miradas
Iza Páez y Gabriel Andrade, miembros del colectivo Irizlab, combinan arte visual, tecnología y música, en distintos formatos, en espacios públicos y privados.
Luego de hacer una maestría en Telecomunicaciones interactivas en la Universidad de Nueva York (2016), cambiaron su mirada del arte, de la ciudad, y de cómo la expresión artística puede incentivar sentidos en la gente.
Andrade admite que fue un descubrimiento. Luego de graduarse en Ingeniería Electrónica y Producción Musical en Quito, viajó a Nueva York. “Eso abrió mi cabeza, aprendí diseño, multimedia y tecnología”, dijo en una entrevista.
Sin embargo fue la experiencia de trabajar en el Intrepid Sea, Air & Space Museum en Nueva York, lo que definió su perspectiva.
Desde la izquierda: Iza Páez, junto a Gabriel Andrade, del colectivo Irizlab, quienes buscan redefinir los campos de interacción de la tecnología y el diseño.
“El museo es un barco de guerra histórico. Aprendí sobre instalaciones artísticas e interactivas, como el Touch Screen (pantalla táctil)”.
Todo eso lo traduce en la obra Adaptaciones Nómadas, en la que utiliza el mapping (proyectar imágenes sobre superficies). En esta pieza trabaja a partir de imágenes de su archivo personal para contar su forma de adaptarse a una nueva ciudad.
Andrade también expuso un performance en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) donde a través del sonido activa recuerdos de los espectadores con la naturaleza.
Uno de sus recientes trabajos fue en el Festival Funka Fest en Guayaquil. Se encargó de proyectar imágenes visuales, en el show de las bandas Lolabúm y Tripulación de Osos.
Obras para activarse
La sensibilidad artística siempre estuvo en la vida de Iza Páez por lo que estudió Artes Visuales en la universidad.
Durante un tiempo se dedicó a la edición artística de videos, con tanto entusiasmo que “ET”, uno de los clips musicales que realizó con la banda Biorn Borg, ganó un premio en Australia.
Durante su estadía en Nueva York aprendió a trabajar con circuitos y tecnología.
Su primer labor con estas herramientas tecnológicas fue “Music Bench”. Consiste en una banca con cuatro asientos. Cuando la gente toma asiento se enciende una luz que reproduce el sonido de un instrumento musical. Para escuchar toda la composición deben sentarse cuatro personas al mismo tiempo.
“Es una pieza colaborativa para que la gente interactúe de una manera diferente en un espacio público”.
Este trabajo lo realizó con Maya Tal, de Sudáfrica, también estudiante de la maestría. El proyecto fue replicado en el MET (Museo Metropolitano de Arte) de Nueva York.
Otro de sus proyectos es “Madre”, un árbol que cobra vida cuando siente la presencia de las personas.
Ahora, Iza Páez, junto a Andrade y David Santillán, Micaela Ponce y AVA formaron el colectivo Irizlab.
Como colectivo buscan generar proyectos multimedia que a través de la tecnología y el arte visual activen sensaciones y experiencias significativas en las personas como un nuevo público. (I)