A diferencia del Capitán Escudo (personaje de la revista Elé), Súper Teresita no tiene capa y ha cumplido 70 años.

Además está basada en un personaje real (Ruth Teresa), que transita por las calles de Quito, La Ciudad de los Vivos en la historieta.

La heroína −cuyas aventuras surgen de guiones escritos por el sociólogo chileno Jorge Sánchez de Nordenflycht− apareció a inicios de septiembre de 2019, gracias a la pluma de Mateo Troya Almeida, que con 20 años ha dado vida a una mujer que resuelve problemas cotidianos.

“Aguja de cuero” es el título del primer capítulo del cómic −que se publica cada diez días−, en el cual Súper Teresita hace frente al acoso en el transporte público, con la empatía y solidaridad como armas.

Hace un año, Sánchez y María Fernanda Almeida −que es parte del concejo editorial del proyecto− volvieron a Quito desde Santiago de Chile, con la idea de crear al personaje.

Junto a su sobrino, el diseñador Mateo Troya Almeida, hicieron bocetos e idearon una campaña de recaudación de fondos.

En el segundo capítulo, “El Accidente”, la protagonista ayuda a un ciclista que es atropellado por un (mal)educado conductor en un “barrio de alcurnia”.

Entre el 30 de agosto y el 18 de septiembre de 2019, el equipo ha recibido donaciones por $470.

La meta es reunir $ 3.000 hasta el próximo 2 de noviembre, que servirán para diseñar el sitio web de Súper Teresita, difundir el proyecto, crear seis nuevos capítulos del cómic y una revista digital de los primeros 12, entre otras acciones para el emprendimiento que es parte de una campaña social para la convivencia ciudadana.

“Es el primer personaje adulto mayor en el cómic ecuatoriano”, dice Nordenflycht y recuerda que la mujer que lo inspiró vive en el centro de la ciudad. “Intentamos jugar con sus saberes, las prácticas de la Sierra que pueden aplicarse a problemas sociales que nos preocupan, como el acoso, la xenofobia”.

Las colaboraciones pueden hacerse a través de este sitio web (https://www.hazvaca.com/campaign/superteresita) y aquí está el tercer capítulo del cómic, sobre un tema muy actual:

Teatro para niños, el vacío dentro de un género prolífico

La novela, cuento e ilustración son formatos que, en la literatura infantil, tienen varios títulos publicados cada año en Ecuador (en 2018 se editaron 424 títulos, 40 % más que en 2017, según la Cámara Ecuatoriana del Libro). Pero el teatro para niños es muy difícil de encontrar.

Así lo develan las cifras de postulaciones para los Premios Municipales 2019 en la capital. Hasta mediados de este mes, en las categorías que llevan el nombre "Darío Guevara Mayorga (Literatura infantil)" se postularon 74 libros ilustrados, 33 cuentos, 20 novelas y 5 poemarios.

Pero no hubo autores que presentan su obra teatral, por lo que se declaró desierta esa parte de la convocatoria. La escritora cubana Liset Lantigua González explica que se trata del género menos trabajado para niños, no solo en Ecuador, sino en la región.

“Es un género que intimida porque requiere un desarrollo que, a veces, los docentes no están en condiciones de incluir en sus programaciones”, dice la autora de Contigo en la Luna. Y reafirma que la poesía también se produce en menor número, “es la fatalidad de los géneros”.

La demanda también sería menor para este tipo de libros, aunque ahora mismo están en cartelera obras como El Serio Misterio, del colectivo Zuli Teatro en Resistencia; los títeres de Una de Pan y una de Queso, de Teatro de Los Silfos o el musical Canciones en la Sopa, de Diego y los Gatos del Callejón. (I)