Sede del Fondo de Cultura volvería a ser de la Academia Diplomática
Como un balde de agua fría. Así describe el director del Fondo de Cultura Económica (FCE) en Ecuador la noticia que recibió de la Cancillería sobre el cambio de su sede.
“Establecerse fue un duro proceso”, explicó Fabián Luzuriaga, “el sector editorial no recibe apoyo del Estado y el mercado del libro vive una crisis a escala global”.
La librería y Centro Cultural Carlos Fuentes funcionan desde 2014 en la casa patrimonial que perteneció al expresidente Galo Plaza Lasso y que, hace 15 años, fue comprada por el Estado para la Academia Diplomática que gestionaba el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El embajador Alejandro Suárez, director de la Academia, confirmó a este diario que el pedido oficial de la casa se hizo durante esta semana, luego del Decreto Ejecutivo firmado en diciembre último que dispone su reapertura.
Fabián Luzuriaga dirige la filial del FCE en Ecuador desde 2014. Considera que el pedido de Cancillería puede interrumpir la gestión del sello editorial. Foto: Archivo / EL TELÉGRAFO
El encargado de negocios de México daría una respuesta sobre el tema en los próximos meses. “Se trata de un cambio propuesto”, sostuvo Suárez, e incluiría a la Dirección general del FCE, que está a cargo del escritor Paco Ignacio Taibo II.
“A cambio de la casa se les entregaría, bajo las mismas condiciones, otro inmueble en comodato”, explicó el diplomático. El posible lugar ya estaría definido y no descarta que también pueda estar en el barrio La Mariscal.
La casa fue comprada por el Estado ecuatoriano en 2004 para que allí funcionara la Academia. “Reviste un valor especial, emblemático para la Cancillería y para el país”, insistió el embajador.
Entre 2011 y 2014, en la casa patrimonial funcionó la sede de Unasur y –para que fuera posible el comodato que se convino con el FCE– la filial tuvo que convertirse en fundación sin fines de lucro, por lo que sus utilidades son reinvertidas en la entidad.
Paco Ignacio Taibo II es el director general del FCE. El escritor y promotor fue designado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Foto: Sáshenka Gutiérrez / EFE
Desde diciembre, la cartera de Estado ha mantenido diálogos con sus homólogos mexicanos y representantes del FCE en ese país.
Luzuriaga indicó que la administración de Taibo II realizará un análisis de la docena de filiales que tiene la editorial en la región. Pero aún no les informan lo decidido.
“Las opciones que tenemos son: que México se pronuncie en favor de que se respete el convenio del comodato, y la casa se entregue en 2024 o que se acepte el cambio, una reubicación que cumpla con las condiciones que requiere el Fondo de Cultura”.
Esas condiciones serían, además del espacio para la librería, una bodega amplia –el catálogo es de ocho mil ejemplares del FCE disponibles de cuatro mil títulos–, centro de exposiciones, auditorio, sala de reuniones y un lugar para parqueos, según Luzuriaga, que presidió la Cámara Ecuatoriana del Libro hasta 2016.
El comodato indica que la casa fue entregada para los fines del FCE, mientras que Suárez expresó que el sitio ofrecido cumplirá con sus requerimientos.
“La propuesta no contraviene el convenio. Lo único que cambiaría es el objeto, el inmueble. Confiamos plenamente en que el Gobierno mexicano será receptivo a la propuesta, sensible a las razones que le hemos planteado y que lo más pronto posible nos dará una respuesta que esperamos sea favorable”, señaló Suárez.
Extensiones en Guayaquil
Dos espacios del FCE están por abrirse a través de un convenio con la UArtes.
Una para lectores infanto-juveniles en la recién inaugurada Biblioteca de las Artes y, otra para todo público, en el centro de innovación Manzana 14 (antiguo edificio de la Bolsa de Valores).
El convenio incluye otro comodato de una década y se firmó en agosto pasado, pero hay un atraso de dos meses en su entrega, dijo Luzuriaga.
Para el rector de la UArtes, Alfredo Noriega, se trata de una “asociación estratégica. Nuestra idea es tener en la ciudad uno de los sistemas de distribución más importantes de América Latina”, dijo ayer en rueda de prensa.
El acuerdo incluye coediciones y pasantías de los estudiantes de artes en el FCE.
Las cifras del FCE-Ecuador
Durante los tres años y medio de su existencia en el país, las ventas del FCE han variado con una curva considerable: en 2016 se vendieron 21 mil libros; al año siguiente, 27 mil ejemplares y el año pasado, 24 mil en total.
“Las expectativas de ventas no se han cumplido como esperábamos, pero estamos cerca de llegar a los números deseados”, afirmó Luzuriaga. “Quizá esas variables pesen en la casa matriz” cuando analicen el cambio de sede.
El catálogo general del Fondo de Cultura tiene más de 10 mil títulos, de los cuales solo 4.000 han sido descatalogados o ya no se imprimen.
La distribución de estas obras en Ecuador, que es función de la filial, incluye a bibliotecas públicas y a otras instituciones. (I)
Sello editorial
Inmueble que es patrimonio
Durante el período 2011-2014, en la casa ubicada en la avenida Seis de Diciembre y calle Wilson (La Mariscal) funcionó la sede de Unasur y, entre 2004 y 2011, la Academia Diplomática. El FCE tiene su filial allí hace tres años y medio.
72 mil ejemplares ha vendido el FCE en Ecuador entre 2016 y 2018. Once personas trabajan en la entidad.
El FCE en la región
El FCE en el país se financia con recursos del gobierno mexicano y autogenerados por venta de libros. La fundación no cobra por los servicios que presta: ciclos de cine, clubes de lectura y exposiciones gráficas.