Hoy se cumple el 182 aniversario del fallecimiento del Libertador Simón Bolívar, en Santa Marta (departamento de Magdalena, Colombia), en 1830, a la edad de 47 años.

Tras una década de gobernar la Gran Colombia, Bolívar murió despojado de su poder político y desterrado por antiguos amigos, entre ellos Juan José Flores, de la nación que había añorado construir.

El Libertador, que había comandado las tropas para conquistar la independencia de la corona española en territorios que hoy corresponden a seis países (Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Panamá), vio en sus últimos días cómo se deshacía ese anhelo suyo de una patria poderosa en Sudamérica, que curiosamente había sido establecida también un 17 de diciembre, en 1819, durante la celebración del Congreso de Angostura.

Bolívar quiso seguir el modelo de las ex colonias inglesas en Norteamérica, que, al compartir idioma, religión y costumbres se agruparon para formar Estados Unidos.

Murió tras padecer la tuberculosis, en la hacienda de un español, Joaquín de Mier, pocos meses después del asesinato de Antonio José de Sucre, su mano derecha durante las guerras de independencia.

En sus últimos días, en que sufría recaídas, su médico, el francés Alejandro Próspero Reverend, le había dicho que no creía que pudiera salvarse de la tuberculosis. Entonces Bolívar le preguntó: “¿Y ahora, cómo salgo yo de este laberinto?”, frase que recoge Gabriel García Márquez para titular su novela “El General en su laberinto”, narración basada en la vida del Libertador.