Sarah Cooper, el espejo satírico de Donald Trump
Es probable que en Estados Unidos no haya mejor termómetro para medir el grado de fama de un personaje que el programa The Tonight Show, de la NBC. Si Jimmy Fallon, su presentador, invita a un personaje a sus estudios es porque este se encuentra en la cresta de la ola, y allí arriba está la comediante Sarah Cooper, quien ya pasó por ese plató de grabación, pero además ha recibido elogios de otra leyenda de la televisión estadounidense, la conductora Ellen DeGeneres. "Me haces tan feliz", le ha dicho.
Sarah Cooper, en realidad, hace feliz a muchísima gente. Su puesta en escena consiste en sincronizar sus labios con los del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y repetir satíricamente algunas de sus frases, dejando en evidencia que lo suyo no es solamente una comedia descacharrante sino también una performance inteligente que pone en evidencia las incoherencias que suele decir Donald Trump.
Si Sarah Cooper es la ventrílocuo de Donald Trump; Donald Trump es el guionista de Sarah Cooper, por eso cada vez que Trump lanza una perla ella se relame y va por los cubiertos.
Veinte millones de visitas tiene su video más visualizado, una sátira en la que Trump se manda un dislate kilométrico al sugerir a sus conciudadanos que se inyecten desinfectante para mitigar los efectos del covid-19.
Sarah Cooper venía consolidando su carrera como comediante, haciendo monólogos y escribiendo libros (Cómo triunfar sin herir a los hombres -2018- y 100 trucos para aparentar ser inteligente en una reunión -2016-), cuando de pronto llegó la pandemia y vio en Tik Tok la herramienta para divertirse, entonces empezó a subir videos en los que reproduce cada uno de los discursos del mandatario, a través de una actuación histriónica (mueve los labios en sincronía con las frases del presidente) poniendo el acento en lo ridículo de la intervención.
Cuando en una ocasión le preguntaron a Sarah cuál creía que sería la percepción de Donald Trump sobre ella la comediante respondió que había dos posibilidades, o bien Trump no se daría cuenta de que se estaba burlando de él y pensaría: "hay una mujer negra que me apoya. Llévenla a la Casa Blanca", o bien se enojaría mucho y la demandaría porque de su boca sale su voz.
Sarah Cooper nació en 1997 en Jamaica, vive en Nueva York, y acaba de firmar un contrato con la agencia WME, una de las más influyentes de Hollywood, con clientes como Joaquin Phoenix, Robert Pattinson y Emma Stone. Actores, comediantes y artistas como Ben Stiller, Jerry Seinfeld y Bette Midler han aplaudido públicamente su talento.
El hecho de que una mujer negra lo imite -con gracia- es la mejor forma de dejar al descubierto que muchas veces no sabe de lo que habla, porque al ser “un hombre mayor de edad, blanco y rico”, la gente que lo escucha simplemente asiente con la cabeza.
Así mientras millones de personas han perdido su trabajo, ella transita por las nubes y agradece a Donald Trump porque su fama resulta de un hecho singular: "Él es un increíble escritor de comedia que no se ha dado cuenta aún de su talento". (I)