Con ofertas, personajes de películas y otros anuncios llamativos, los administradores de las salas de cine, en Quito, buscan captar a los clientes y reactivar de forma paulatina los ingresos de esos negocios.

Esto, luego de que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional dispuso que en las ciudades en semáforo amarillo pueden trabajar con el 30% de la capacidad en las salas (aforo).

Una de las innovaciones en esta fase de emergencia fue la instalación de pantallas gigantes en lugares abiertos para que los usuarios puedan llegar y, sin bajarse del automóvil, puedan disfrutar de un momento de esparcimiento.

Carla Viteri gerente comercial de un centro comercial del norte de Quito, indicó que en los parqueaderos adaptaron el servicio para convertirlos en un sitio entretenido, familiar "que le proporciona a la gente una experiencia distinta dentro de su propio vehículo, lo que asegura todas las normas de bioseguridad", dijo.

Normas de seguridad son obligatorias

De acuerdo con las disposiciones del COE, se incentiva el pago electrónico de las entregas, pero no ni tiene la posibilidad el cliente pueda adquirirlas al llegar.

Pero quienes acudan a las salas, previo al ingreso, deberán someterse a un control de temperatura corporal, la desinfección de manos y calzado.

El uso de mascarilla es obligatorio de acuerdo con lo que dispone el COE y una ordenanza metropolitana.

El personal de las cadenas se encarga de que tanto en las filas para adquirir los tickets alimentos y en las salas exista el distanciamiento seguro.

Juan Sarmiento asistió junto a sus hijos a una de las salas y relata que el procedimiento sigue siendo el mismo y que se puede realizar en internet. “El proceso de la compra de alimentos ahora es diferente, ya no están expuestos sino completamente sellados y empacados”.

El horario de atención de estos espacios en luz amarilla epidemiológica es hasta las 23:00 y en semáforo en verde el aforo del 50% y el horario hasta las 00:00.

De acuerdo con los representantes de las cadenas de cines el cierre por cinco meses de emergencia originó pérdidas de alrededor de $ 45 millones. El Ministerio de Cultura señala que al menos 150 mil personas laboran de forma directa o indirecta en estos servicios. (I)