La editorial huerga & fierro publica los últimos versos del poeta
Rosa enferma es la obra póstuma de Panero
Leopoldo María Panero murió el 6 de marzo pasado en Las Palmas de Gran Canaria. Su muerte se produjo en el hospital psiquiátrico de esa ciudad, en donde vivía desde 1997.
Su carrera empezó antes de 1970, cuando José María Castellet lo incluyó en su antología Nueve novísimos poetas españoles.
Comienza con sus antecedentes de ser hijo del poeta franquista contra quien arremetió en El desencanto (1976).
Su poesía se mitificó en su tránsito por los psiquiátricos, sin que su falta de cordura social le haya evitado la soberbia poética.
Luego de su muerte, un juez debe decidir aún si entregan o no las cenizas del poeta a Charo Alonso Panero, la prima que las reclama.
Mientras sus cenizas encuentran un destino, la editorial Huerga & Fierro publica 18 poemas inéditos. Estos fueron entregados por el mismo Leopoldo María Panero, tres años antes de su muerte. En cada verso se retoman y toman consistencia las obsesiones del poeta.
La vida como un hecho incomprensible, su madre, la locura y las estructuras irracionales vuelven a leerse en el tono de un poeta que algunos llamaron ‘maldito’ y cuyo pesimismo ahora se lee desde su fallecimiento.
“Qué terrible la vida que nada sabe del hombre. Porque el hombre se arrodilla sin remedio ante la página llorando. Y escupe contra el hombre”, sentenció Panero en unos versos inéditos que publicó la revista cultural de diario El Mundo, de España, el viernes 4 de julio.
El libro se presentó en la casa familiar de los Panero en Astorga, lugar que podría pensarse como un centro de estudios. Su editor, Antonio Huerga, dijo que aún hay otro texto inédito. “La vida de Panero está cerrada, pero su obra, no”, precisó el periodista Javier Rodríguez Marcos, en el diario El País.