Roma revoca del exilio a Ovidio después de muerto
Dos mil años después de ser enviado al exilio forzado por Roma, el famoso poeta Ovidio (Sulmona, 43 a.C.) acaba de ser rehabilitado por la alcaldía de la capital italiana, un desagravio tras el castigo impuesto por el emperador Augusto.
Famoso por su ironía, Ovidio fue enviado por Augusto en el año 8 d.C., cuando tenía 51 años, en exilio a Tomis, la ciudad romana que se convertiría en Constanza (Rumania), probablemente porque no toleraba su sentido, su sarcasmo, su tono irreverente.
La resolución del ayuntamiento de Roma de revocar el exilio fue aprobada por unanimidad la semana pasada y tiene como objetivo “reparar el grave perjuicio” sufrido por el poeta romano, autor, entre otras, ‘El arte de amar’ y ‘Las metamorfosis”, ambas obras en verso y estudiadas aún en el mundo.
El verdadero motivo por el que fue enviado a Tomis, a orillas del Mar Negro, aún es uno de los grandes misterios de la literatura.
El mismo poeta latino consideraba que el tono irónico del poema ‘El arte de amar’, un texto que explica el arte de la seducción a los hombres, podría ser la causa de la irritación del emperador. Augusto acababa de promulgar leyes contra el adulterio y no apreciaba la visión insolente del poeta.
“Si el poema no aboga abiertamente por el adulterio, coquetea con la idea”, explicó Rebecca Armstrong, profesora asociada de la Universidad de Oxford.
“Tenía un tono irreverente hacia los comportamientos morales tradicionales y hacia el emperador y su familia”, recordó la experta.
“Ovidio recomienda, por ejemplo, varios monumentos romanos construidos por Augusto y su familia como lugares excelentes para seducir a las jóvenes”, cuenta.
Pero parece poco probable que un poema generara la ira de Augusto, sobre todo porque había sido publicado muchos años antes de su exilio.
Varios expertos consideran que fue un misterioso “error”, la gota que colmó el vaso del emperador, que no lo soportaba más. El “error” se dice que estaba relacionado con el escándalo que rodeaba a la única hija de Augusto, Julia, que estuvo casada en tres ocasiones y su padre desterró en el año 2 a.C. a la isla de Pandataria, acusada de adulterio y traición, pena que redujo 5 años después al permitirle regresar al continente.
“Pasó el exilio con un senador romano”, subraya Rebecca Armstrong. Ovidio, que odiaba la “frontera salvaje” que representaba Tomis, luchó y pidió en vano regresar a Roma. (I)