Revista Nacional de Cultura, número doble monográfico
La Revista Nacional de Cultura/ Letras Artes y Ciencias del Ecuador, órgano del Consejo Nacional de Cultura (RNC), ha puesto en circulación un número doble (15/16), que consta de tres volúmenes con un total de 775 páginas, en el que aborda temas de sumo interés, desde un amplio panorama de la arqueología y antropología con proyección social en el país, un registro y análisis de nuestro arte rupestre, la democratización de la cultura a través de los museos como agentes comunicadores del patrimonio cultural: arqueólogos y museos (según la UNESCO, un museo “tiene como fin primordial proteger una colección en beneficio de la comunidad y de su desarrollo: la misión de un museo consiste en adquirir, preservar y poner en valor sus colecciones para contribuir a la salvaguarda del patrimonio natural, cultural y científico”), y muchos asuntos más como, por ejemplo, “la ocupación temprana del área de Quito".
Respecto a esto último se nos hace saber que “la primera ocupación permanente de la meseta de Quito arranca desde épocas del período formativo con la sociedad Cotocollao (…) Este grupo humano perduró ininterrumpidamente en el área por más de trece siglos, hasta que su poblado principal fue destruido por una erupción del volcán Pululahua”.
En total, este número doble de la RNC es un trabajo serio, rico en sus contenidos, meticulosamente elaborado, una verdadera obra de consulta en una extensa gama temática que llega incluso a abordar cuestiones muy actuales y vigentes.
Por ejemplo: el caso de la regeneración urbana de Guayaquil, que se repite exactamente como la de Barcelona (varias décadas anterior) con una sola diferencia, mientras la de Barcelona es propiciada por la izquierda, la de Guayaquil lo es por la derecha socialcristiana. Los intereses son, pues, los mismos: promover una ciudad bella (“regenerada”) que trata de ocultar (sin éxito) la pobreza que es su componente esencial.
Digámoslo con las propias palabras de la RNC. Cito: “Pero no era solo que las técnicas de borrado y acoso de cualquier realidad humana inconveniente que se estaban implementando en ciertas áreas de Guayaquil fueran las mismas que afectaban ya a Barcelona entera. Más relevante era que esas políticas de urbanización -en el doble sentido de sometimiento a los planes urbanísticos y a los manuales de urbanidad- se estaban llevando a cabo invocando idéntica retórica basada en valores abstractos –ciudadanía, integración, civismo, convivencia-, cuya repetición constante convertía a los habitantes de la ciudad en escolares perpetuos a los que se adoctrinaba en una especie de virtuosismo social permanentemente activado. Lo chocante es que esta mística de los grandes valores civiles (...) aparecía prevista desde perspectivas ideológicas que cabría suponer poco menos que antagónicas (…) la de la ciudad ecuatoriana (…) desde la hegemonía socialcristiana y neoconservadora (…) mientras que en Barcelona se inspiraba en postulados nominalmente progresistas que eran asumidos por un gobierno municipal que ejercían -desde hacía más de treinta años- una coalición de socialistas, independentistas catalanes de izquierda, ecologistas y comunistas”.
En el primer tomo, el editor hace la siguiente quejumbrosa advertencia: “El presente número doble de la RNC debió aparecer hace dos años. Diversas circunstancias, todas ellas vinculadas con la dificultad para obtener los escritos prometidos por los autores (…) han producido un retraso en su aparición. Por ello la Administración de esta revista pide disculpas (…)”.
Por lo que no pide discupas es por escribir siempre, a lo largo de los tres volúmenes, sobretodo en lugar de sobre todo, probable falla de corrección muy antipática, por decir lo menos.
