Ray Loriga: "Soy uno más en esa larga tarea de decir las cosas"

Cuando el padre de Ray Loriga sintió que su hijo tenía la edad suficiente para hablar con él, cerca de los 13 años, lo llevó al Museo del Prado. Luego de dar un largo paseo por ese repositorio histórico que alberga obras únicas como ‘Las Meninas’, de Velázquez, o ‘El jardín de las Delicias’, del Bosco, le dijo: “Hijo mío, el arte es lo segundo mejor del mundo, lo primero son las mujeres. Cuando falles con una mujer: te deje, te abandone o tú la dejes o todo sea un desastre, vente al Prado y ahí te consuelas. Esto es lo segundo mejor del mundo, el arte es lo segundo mejor del mundo”.

Horas después de que el fallo del Premio Alfaguara de Novela 2017 anunciara a Loriga como el triunfador, por la obra Rendición, el escritor español le dijo a este diario que aún piensa que las mujeres siguen siendo lo mejor del mundo.

“Pero no hablo solamente  del deseo sexual, sino de las amigas, de las madres, de las compañeras de trabajo, de muchas mujeres. Ellas siguen siendo, por lo menos, la mitad de la causa de la existencia, la otra somos nosotros, estos idiotas”, dice Loriga con un tono desenfadado desde Madrid, España.

 Rendición, presentada con el título Victoria y bajo el seudónimo Sebastián Verón, es una fábula sobre la paternidad y el destierro, en la tradición de Juan Rulfo o Franz Kafka, según el jurado. “Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos”, indicó el fallo del jurado, leído por su presidenta, la mexicana Elena Poniatowska.

“Sin apenas referencias geográficas o temporales, Rendición es una novela kafkiana y orwelliana que sorprende a cada página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro”, agregó Poniatowska, ganadora del Alfaguara en 2001 con La piel del cielo.

En el evento de premiación en Madrid, Loriga dijo sentirse conmovido por el galardón, dotado con $ 175.000, una escultura del español Martín Chirino y la publicación simultánea de la obra en España, América Latina y Estados Unidos. “¿Quiénes somos cuando nos cambian las circunstancias, cuando nos quitan las flores del jardín, cuando los muebles se han ido, cuando las situaciones han cambiado?, ¿quiénes somos de verdad?, esa es la pregunta que me hago en el libro”, dijo Loriga al público.

 Autor de célebres novelas, como Lo peor de todo (1992), Héroes (1993), Tokio ya no nos quiere (1999) o Trífero (2000 y 2014), el escritor, nacido hace 50 años en Madrid, confesó que la obra galardonada es producto de haber escrito una primera frase: “Nuestro optimismo no está justificado”, y de ahí “haberla seguido hasta el final y ver dónde me llevaba”. Como guionista ha trabajado con Pedro Almodóvar (en Carne trémula) y Carlos Saura, entre otros. Ha dirigido las películas La pistola de mi hermano, adaptación de su novela Caídos del cielo, y Teresa, el cuerpo de Cristo.

“Cuando abrí un libro no me volví a aburrir nunca jamás, así descubrí la literatura. Decía Machado: la infancia es ‘lluvia tras los cristales’. Pues delante de esa lluvia y de esa tristeza aparente, abres un libro de Stevenson y estás en los mares del sur. Esa abertura nunca la he dejado”, indicó Loriga vía telefónica, quien “se siente como uno más en esa larga tarea de decir las cosas”.

La novela Rendición fue seleccionada de entre 6 finalistas, de un total de 665 manuscritos recibidos, la mitad de ellos provenientes de España y los restantes de Argentina, México, Colombia, Estados Unidos, Chile, Perú y Uruguay. Ecuador no presentó ninguna obra. (I)