Pilar Núñez fue homenajeada en la Casa de la Cultura

La hermana menor de Pilar Núñez, Ángeles, recuerda que la diferencia de edad entre ambas mujeres (7 años) bastaba para que la mayor pudiera enfrentarse “a los fantasmas que estaban debajo de su cama”, cuando eran niñas. La catedrática continuó con ese tipo de proezas: fue a la universidad en una época en que eso era un privilegio masculino, vivió y viajó sola a México, país en el que completó sus estudios en Comunicación Social, ámbito que la llevaría a incursionar en la política: fue asambleísta constituyente del movimiento Alianza PAIS.

Mientras debatía la Constitución de 2008, en Montecristi, Núñez tenía una idea abarcadora: “Un ministerio del ramo debería regular a todos los actores (públicos y privados) de la comunicación. La relación que debe existir entre esta institución y el consejo social para lograr un peso y contrapeso permitirá construir juntos un modelo de país que toda la población quiera”.

El martes pasado, la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) le rindió un homenaje a la investigadora y comunicadora social, “por sus aportes en los campos de las ciencias sociales”, en el aula Benjamín Carrión, que se llenó.

“Necesitamos aprender a enfrentar el miedo que nos oprime —decía la profesora de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador— y, a veces, se enseña eso desde el propio miedo, una forma dura que haga que los estudiantes enfrenten al poder”.

En el acto intervino —entre otros de sus allegados— el vicepresidente de la CCE, Gabriel Cisneros, quien le entregó un reconocimiento que decía: ‘Por toda una vida de entrega a la comunicación, la cultura, la academia y la política y la construcción del Buen Vivir’.

El comunicador social Franz Campoverde, exalumno de Pilar Núñez, dijo que, como estudiante suyo, comprendió qué era la comunicación. “Saber que somos sujetos transformadores de la sociedad a través de nuestros derechos y el ejercicio del lenguaje que renovaba en sus tan particulares clases”. (I)