Periodismo ciudadano: entre retos y aportes
No es ajena la idea de que la actualidad nos invita a vivir un mundo mediado por el desborde de la tecnología. Dicho exceso ha terminado por poner en manos de las personas una serie de elementos que, en gran parte, ha modificado la forma de comunicación, no solo entre individuos, sino en la medida en que el colectivo es parte determinante de su propio nivel de autoidentificación.
En este marco, al parecer, se asientan las iniciativas ciudadanas que buscan recoger, analizar y difundir información -su información- de forma independiente frente a las grandes empresas de comunicación. Pero si la realidad ha implantado nuevos mecanismos a través de los cuales, de forma literal, el periodismo ciudadano nos permite expresarnos, ¿qué tan importante se vuelve esa suerte de autoinformación para los demás?
Los especialistas en comunicación Roberto Bustamante, Franklin Cornejo y Alfonso Gumucio trataron de despejar esa duda en un conversatorio titulado “Periodismo ciudadano, redes sociales y cambio social”, celebrado en el marco de las Jornadas de Comunicación e Interculturalidad, en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, en Lima.
- El periodismo de este tipo se basa en la retroalimentación constante de las redes sociales
Dicha importancia, de acuerdo al diálogo, parece expresarse en distintos niveles. “Este tipo de periodismo tiene como base al ciudadano considerándolo un ser libre, no propiedad de ningún monarca, sino parte de un público que influye en la política, como intermediario entre el ciudadano y el Estado, entonces, el periodismo no solo precede a la democracia constitucional sino que la hace posible”, indica Roberto Bustamante, investigador limeño especializado en iniciativas ciudadanas.
Desde esa base, y fortalecidos por el incremento de los medios digitales y las redes sociales, los ciudadanos se encuentran modificando la utilización de las herramientas de información como parte de la transformación del periodismo, en sí.
“Pero no debemos olvidar que este tipo de interacciones debe tener muy en cuenta la veracidad de la información, definiendo un criterio claro sobre cómo se discriminan los datos pensando en lo verídico que representa cada uno de ellos, esa es una labor de un periodista de formación", indicó Bustamante.
En efecto, un punto crítico en el periodismo ciudadano es el cuestionamiento a la calidad de información y el modo en que se verifica. El rol del periodista se caracteriza por esa separación que realiza entre lo verificable y lo no verificable, pero no lo es todo en su oficio.
El ejercicio consiste, además, en generar diálogos entre una diversidad de actores que compartan su punto de vista sobre un evento, a fin de lograr su réplica para transmitirlo. Esa dinámica de diálogo y aprendizaje está presente también en el periodismo ciudadano.
- Con la velocidad de la tecnología, también las formas de interrelación van diversificándose
Para Franklin Cornejo, docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, si bien la veracidad e interrelación son dos retos para el periodismo ciudadano, estos en nada cuestionan sus ventajas.
“Hablamos de una época en que las redes sociales se extienden de forma acelerada, permiten una retroalimentación constante, este tipo de periodismo, entonces, basa una de sus riquezas en esa acción: entrega información que, en las redes, va tomando forma, para regresar a su epicentro más enriquecida por el colectivo”, expresó Cornejo.
La base de una red social, de hecho, existe antes de Facebook o Twitter. Está cimentada en cómo el ser humano construye vínculos buscando supervivencia. El periodismo ciudadano tiene en estos vínculos una base especial para su desarrollo.
Para el teórico boliviano Alfonso Gumucio, estas iniciativas ciudadanas refutan la idea -tan popularizada en nuestros países- que señala a la mejor prensa como la que no existe.
“La sociedad civil ha demostrado su capacidad de elaborar propuestas, hemos visto ejemplos en Uruguay, Ecuador, Chile, demostrando que la organización llevada con claridad rinde frutos”, dijo Gumucio.
A su entender, el hecho de llevar la información por fuera de las grandes empresas pone en crisis elementos que influencian en la determinación de lo que se transmite.
“Los anuncios publicitarios, por ejemplo, quedan por fuera de esa intención mayor que se encuentra en la transmisión de la noticia”, dijo Gumucio, y destacó que en este tipo de procesos se nota la clara diferencia entre las personas que se dedican al periodismo y las que se dedican a la comunicación.
“Quien trabaja en periodismo trabaja con información en un solo sentido, es decir, la produce para compartir, quien opta en cambio por la comunicación, debe entender que su trabajo está en comunicar, y hacerlo significa poner en contacto muchos sentidos”, manifestó.
Recientemente el portal Bottup.com lanzó su campaña Tu noticia es la noticia, que se trata de un servidor al que los ciudadanos pueden acceder para dejar su noticia, que recibirá un tratamiento por periodistas profesionales antes de ser compartida de forma global.
El portal peruano lamula.pe basa su funcionamiento en algo similar: se trata de una serie de blogs de autores de los cuales replica las notas durante todo el día, generando información instantánea.
Blogs, cuentas personales en redes sociales, canales de audio y video van configurando un panorama en el que, al parecer, la dificultad por estar informado se ha vencido, tanto como la dificultad por generar esa información.
La tendencia indica que, con la velocidad de la tecnología, también las formas de interrelación van diversificándose, contemplando en su desarrollo un modo más colectivo de poder expresarse.
Sin embargo, tener claros los retos que esta responsabilidad implica, ayudará a la sociedad a no convertirse en una entidad en la que todos hablan pero nadie escucha.