Pérez Gay: el intelectual que fue todo lo que quiso
México entró en luto cuando Rafael Pérez Gay anunció en Twitter que su hermano José María había fallecido la madrugada del pasado domingo, a los 69 años.
Talvez decir México es decir poco. José María Pérez Gay fue un intelectual y gestor cultural que, luego de doctorarse en Filosofía Germanística por la Universidad Libre de Berlín - ciudad en la que vivió 15 años-, se dedicó a traducir al español una buena parte de la obra de los grandes autores en lengua germana.
Por sus manos pasaron libros de nada menos que Johan Wolfgang Goethe, Tomas Mann, Frans Kafka y otros más, entre los que aparecen las figuras mayores de la Escuela de Frankfurt: Walter Benjamin, Jurgen Habermas y Theodore Adorno, representantes de la Teoría Crítica sobre la sociedad.
Es decir, los lectores de América Latina están de luto, con la muerte de este escritor, ensayista, traductor y diplomático mexicano, un germanista que en la década de los 70 tendió un puente que unía a esta parte del mundo -sobre todo México- con Alemania.
Pérez Gay se licenció en la Universidad Iberoamericana, donde siguió la carrera de Ciencias y Técnicas de la Información.
Según Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate, Pérez Gay ha dejado un vacío difícil de llenarDurante su vida recibió numerosas distinciones, como el Premio Nacional de Periodismo en Divulgación Cultural en México (1996), y la Cruz de Honor para las Ciencias y las Artes en Austria, la Orden de la Gran Cruz al Mérito, conferido por el Gobierno de Alemania.
El Gobierno de Francia también lo distinguió al nombrarlo Caballero de las Artes y las Letras en 1997. De sus obras destacan El imperio perdido o las claves del siglo (1991), La profecía de la memoria: ensayos alemanes y El príncipe y sus guerrilleros.
Pero también escribió narrativa. De esa faceta destacan las novelas La difícil costumbre de estar lejos (1986) y Tu nombre en el silencio (2006).
Nacido en Ciudad de México en 1944, Pérez Gay, reconocido en su país como una fuerte figura intelectual, dedicó varios años a la diplomacia. Prestó sus servicios como agregado cultural de algunas embajadas mexicanas y después fue nombrado embajador de Portugal. Pérez Gay llegó a tener ese acercamiento a la política que suelen anhelar los intelectuales.
En los últimos años colaboró activamente con el político de izquierda mexicano José Manuel López Obrador, candidato presidencial que lo nombró asesor en temas internacionales. AMLO -abreviatura de López Obrador común en la prensa mexicana- y Pérez Gay llegaron a ser muy cercanos.
De hecho, el día de las elecciones presidenciales de 2012, López Obrador dijo que, como no podía votar por sí mismo, había puesto en la boleta el nombre de Pérez Gay.
Ese episodio fue recordado por AMLO mientras se encontraba en el velorio de Pérez Gay en el Panteón Francés de la Piedad. Pero otros personajes de la política, las letras y la cultura añoran al germanista mexicano.
“Chema era un culto simpático, galardón del que no pueden presumir todos los cultos que conozco”Por su parte, Octavio Rodríguez Araujo, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dedicó en el diario La Jornada de México (que tuvo a Pérez Gay como editor de su suplemento cultural) un texto al fallecido escritor.
Ahí, Rodríguez Araujo recuerda, además de detalles personales, la labor de Pérez Gay (a quien llama Chema) como gestor cultural en medios de comunicación, tanto en prensa como en televisión.
Rodríguez Araujo era muy cercano a Chema y a su esposa, Lilia Rossbach. En La Jornada, reconocía a su amigo como “un culto simpático, galardón del que no pueden presumir todos los cultos que conozco”.
Citada en el portal informativo Notimex, la escritora mexicana Laura Esquivel, autora de la novela Como agua para chocolate, lamentó la pérdida del traductor, que considera que ha dejado un vacío que será difícil de llenar.
Y ahora que sus cenizas están por repartirse entre México y Alemania, sale a la luz que el último legado de Pérez Gay será una novela inédita sobre Max Weber, el psicoanálisis, las mujeres y el desamor.
APORTE ACTIVO A LA CULTURA EN LOS MEDIOS
José María Pérez Gay, además de su papel como escritor y político, hizo aportes a la cultura desde el día a día, en medios de comunicación, que lo convirtieron en el referente que era ya antes de su muerte.
Tras ser subdirector de Radio Educación y colaborar con el diario La Jornada de México, del que fue fundador, se convirtió en 1993 en director del Canal 22 (XEIM-TV), una estación pública dedicada por entero a la difusión de contenido cultural, administrada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México. En su período, Canal 22 obtuvo el Premio Cámara, otorgado por la Unesco.
Además, se desempeñó en otros medios escritos: fue director del suplemento Cultural de La Jornada y colaborador de UnomásUno y el suplemento La cultura en México (de la revista Siempre!).
Antes de unirse a las campañas de López Obrador a mediados de la década pasada, era miembro del consejo editorial de la Revista Nexos, publicación mexicana mensual conocida por el contacto directo de sus colaboradores con las contiendas electorales.
Nexos, publicación mensual, conjuga mensualmente temas de análisis sobre actualidad, política y cultura, intereses que llevó Pérez Gay al plano diplomático: la mayor parte de sus labores en embajadas fueron como agregado cultural.