OSG formalizará situación del 50% de la planta de músicos

La nueva junta directiva de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) se enfrenta, contra el tiempo, a la regularización de los contratos del 50% de un total de 85 músicos que integran la institución. Estos, actualmente, cobran a través de facturas.

La institución, así como las demás orquestas del país y la Compañía Nacional de Danza, tiene un plazo de 180 días después de la publicación de la Ley Orgánica de Cultura en el Registro Oficial (el pasado 30 de diciembre de 2016) para depender del Instituto de Fomento a las Artes, Creatividad e Innovación. Su integración propicia la desaparición de las juntas directivas.

Ecuador Santacruz, actual presidente de la junta directiva de la OSG, sostiene que el equipo está gestionando la creación de las partidas presupuestarias y nombramientos para los miembros de la Orquesta. Su apertura depende del Ministerio de Finanzas. Luego se convocará a un concurso público, cuyas bases  aún no están definidas. Sin embargo, uno de los requisitos será poseer nacionalidad ecuatoriana o tener más de cinco años viviendo en el país. Esto limita la participación de actuales músicos de la planta, que llevan menos de cinco años residiendo en el país como parte de la agrupación.

De acuerdo a Santacruz, formalizar la situación de los músicos antes del cambio de Gobierno “es una carrera contra el tiempo”. Reconoce que a pesar de que estas irregularidades llevan ya algún tiempo vigentes, no es un defecto de la administración anterior, liderada por Rolando Panchana, como delegado del Ministro de Cultura y Patrimonio y posteriormente por el violinista Jorge Saade. Para Santacruz esta situación es “perfectible y lo importante es que se cumpla con la Ley”.

Uno de los procesos que lideró Santacruz como presidente de la Junta directiva fue el de selección de director titular, cargo que ocupará desde el 4 de abril el maestro italo-argentino Dante Anzolini. Una de las expectativas del proceso de formalización de la planta orquestal es que Anzolini integre el jurado de selección de los músicos.

Anzolini, por su parte, se encuentra en mediación con el director encargado de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, el maestro Patricio Jaramillo, para viabilizar su plan de trabajo en la ciudad.

En una entrevista telefónica con este diario comentó que “lo primero es la cultura ecuatoriana”. En esa vía ha considerado dar impulso a las composiciones inéditas de músicos en todo el territorio. La idea es exponer los temas con la agrupación para seleccionar varios.

En el plan que Anzolini entregó como parte de su postulación en concurso, estipula en un segundo punto, una serie de pequeños concursos para jóvenes talentos que intervengan en la temporada de conciertos. Como tercer punto ha fijado hacer al menos una ópera al año, de manera que la institución pueda dinamizar también su relación con los cantantes de la ciudad.

Entre sus intereses figura invitar a solistas extranjeros para impartir  clases magistrales a jóvenes músicos y, a la vez, gestionar visitas de autores locales al exterior.
Además, una de las expectativas del trabajo de Anzolini es dinamizar el público de la orquesta por varias vías. Una de ellas es la realización de conciertos de la OSG en “todos los barrios posibles”.

Dentro de esta interacción que ha planteado con el público está también la posibilidad de pedir a los espectadores, cada cierto número de conciertos, una sugerencia para interpretar con la agrupación. Anzolini se ha planteado desarrollar una fusión entre la vocación clásica de las orquestas y el posicionamiento de temas locales. (I)