El mar Jónico debe su nombre a este personaje
Ópera iO, una odisea musical entre el sonido y el color
“Los revendedores tienen buen olfato, si ellos están comprando entradas es porque la obra promete”, dijo Verónica Herrera mientras esperaba que las puertas del Teatro Nacional de la CCE se abrieran, la noche del jueves. Y no se equivocó.
Al caer las luces, un rumor de chachas (sonajeros de semillas), ocarinas y cítara dieron la bienvenida a los espectadores. Les siguieron los sonidos de los cuencos tibetanos, el piano y varias cuerdas. El escenario, el mundo en el que la Ópera iO se desenvolvía, rodeó —literalmente— a los asistentes, gracias a una proyección en 180°.
Este es un proyecto concebido como “visual, circense, atemporal, progresivo, original, cinematográfico, envolvente, épico”, indicó su autor/compositor, Caspian Es. En efecto, la obra incorporó todos esos elementos: imágenes de paisajes fuera de este mundo, música universal (por la riqueza y diversidad de instrumentos que se usaron), un vestuario que hizo alucinar a quienes lo vieron y una coreografía intensa que combinaba danza contemporánea con danza aérea.
La obra giraba en torno a Ío, personaje de la mitología griega, amante de Zeus, quien, para evitar que fuera destruida por Hera —su celosa y vengativa esposa— la convirtió en una ternera blanca que debió soportar el tormento de vagar por el mundo mientras un tábano atado a su cornamenta la picaba incesantemente.
La Ópera iO buscaba recrear el viaje de autodescubrimiento de este enigmático personaje que interactúa con una computadora cósmica a través de la danza. Para los no familiarizados con la historia y con este poco tradicional formato de ópera/danza habría resultado de gran utilidad un programa de mano que permitiese seguir (¿descubrir?) la narración sin perderse en la abundancia de efectos visuales y sonoros, a ratos abrumadora.
Nombres destacados de la música, la danza, las artes plásticas y el diseño estuvieron involucrados en esta megaproducción independiente que tuvo el jueves su primera y única función. (F)