La difusión de obras de autores nacionales, por parte de orquestas sinfónicas del país, se está convirtiendo en una tendencia. Hace dos años el interés se hizo presente en el Festival Internacional de Música Clásica, en el concierto de Nuestra Música Académica, realizado en el Teatro Nacional Sucre.

Piezas de autores ecuatorianos como Marcelo Beltrán, Giovanny Mera, Tadashi Maeda (residente en el país), Eduardo Florencia y Jorge Oviedo fueron interpretadas en el mencionado recital.

La Banda Sinfónica Metropolitana de Quito y el Coro Mixto Ciudad de Quito hicieron esto posible con la dirección de Leonardo Cárdenas, de la Sinfónica Metropolitana, en junio de 2017.

Este proyecto apuntaló a la revalorización de la música académica, centrada en los ritmos tradicionales como el yaraví, el albazo, el pasillo y la música popular bajo el estilo sinfónico.

Ese mismo año, la propuesta de Dante Anzolini, director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG), también destacó cuando estrenó en la Catedral Metropolitana de Guayaquil una de las 9 sinfonías inéditas del compositor Luis Humberto Salgado, en agosto de 2017.

Un acierto que al maestro le tomó meses editar, luego de redescubrir los trabajos del músico ecuatoriano -fallecido en 1977- que estaban guardados en la biblioteca musical de la OSG.

“Mi deseo es hacer muchas cosas que no se hicieron nunca (...) pero sobre todo quiero poner en escena música hecha en Ecuador”, subraya Anzolini cada vez que se le pregunta sobre los proyectos de la OSG.

El hallazgo de Salgado le interesó al maestro de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, Michael Meissner, quien estrenó en 2018 la “Quinta Sinfonía Neo Romántica”, compuesta por Salgado, en 1958.

Meissner le incluyó timbales y percusiones, sin contar con el concepto de la instrumentación del autor original.

Este año hay un particular interés por promover obras de autores nacionales vivos.

A inicios de septiembre, la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE) presentó por primera vez la obra “Sumak misa”, del compositor ecuatoriano Giovanny Mera.

Una pieza que sigue la estructura de una misa, pero cantada en quechua. La parte penitencial suena a ritmo de un danzante; el Gloria va al compás de varios sanjuanes; el Credo sigue el estilo del yumbo; el Santo va a ritmo del género capishca, y el Cordero de Dios regresa al compás del danzante.

“El trabajo que están haciendo las orquestas es fundamental con la música ecuatoriana porque es la única manera en que puede seguirse elevando el nivel de presentaciones aquí y en el exterior y podamos apropiarnos de estos valores, hacerlos nuestros y presentárselos al mundo”, dice Mera.

La Orquesta Sinfónica de Loja (OSL) también estrenó en abril de este año las obras del compositor Wilson Haro López, entre las cuales destacan  “Gotas de Rocío sobre el Warmi Rasu”, de su obra Warmi Rasu (El espíritu de la montaña).

Este viernes, la OSG la volverá a poner en escena en la voz de la solista Rocío Lima, con la dirección del invitado Jorge Oviedo, a las 19:30, en el Teatro Centro Cívico. (I)