Obra premiada de Juan José Rodinás saldrá en Pre-Textos
El poeta ambateño Juan José Rodinás (1979) ganó a finales de 2017 el I Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro por su poemario Cuaderno de Yorkshire.
En una competencia en la que participaron 600 libros de Hispanoamérica, la obra del ecuatoriano resultó ganadora por -según el jurado- “la coherencia formal y temática del conjunto, la singular alianza entre el impulso meditativo y la lectura de los signos del mundo en la que comparecen también elementos irracionalistas”.
El reconocimiento fue convocado por el programa De poesía por Getafe (del Ayuntamiento de Getafe), la Fundación Centro de Poesía José Hierro y la editorial Pre-Textos, sello que publicará la obra el próximo abril, mes en que el poeta viajará a España para recibir el galardón -dotado con 6.000 euros-.
Cuaderno de Yorkshire es un libro que Rodinás lo escribió poco después de su llegada a Inglaterra, donde inició un doctorado en literatura. El poeta reconoce que su obra surgió de una “especie” de reacción emocional directa por el cambio de geografía, paisaje, y circunstancias sociales y vitales.
“Eso, de alguna manera, es un hilo conductor emocional de lo que sucede en el libro. Pero pensándolo en términos menos anecdóticos y más estéticos, este trabajo supone una suerte de síntesis de las primeras cosas que escribía -que eran más minimalistas, preciosistas- y las siguientes, que eran más barrocas”, dijo el autor en una entrevista para el programa radial del suplemento cartóNPiedra.
El jurado del premio estuvo compuesto por Manuel Borrás (director de Pre-Textos), Jordi Doce, Ada Salas y Julieta Valero -actuando como secretaria sin voz ni voto Mayka García Santos-. “Cuaderno de Yorkshire es un libro imaginativo, de gran plasticidad y anclado al mismo tiempo en un ejercicio de indagación del sujeto”, señala el acta de premiación.
Cuaderno de Yorkshire es, además de una síntesis en la escritura de Rodinás, uno relacionado con dos de sus más recientes producciones: Kurdistán (Hijos de la lluvia, 2016) y Pequeño juguete Kamikaze, que probablemente saldrá con un sello chileno.
Esos libros, junto con el premiado, se relacionan con la desterritorialización de la propia experiencia estética y vital de Rodinás. Son obras que están fuera de lugar, libros descolocados intuitivamente.
En cambio, en uno de sus anteriores poemarios, Los páramos inversos (2014), el poeta cerraba otro ciclo espiritual y emocional, pero vinculado con los paisajes del mundo andino.
“Algo decisivo para mí fue leer en inglés a autores de la poesía contemporánea en lengua inglesa, que fueron una puerta de entrada a la sensibilidad, a la forma de percibir otro territorio”, comenta Rodinás, quien destaca entre esos autores a David Morley y Keston Sutherland, poetas que los ha traducido y que son distintos entre sí, pero que poseen una particular relación con la oralidad.
“En el caso particular de la poesía, el reto más difícil de la traducción es restituir la musicalidad de las palabras, de las frases -reconoce el autor-. Restituir ese nivel de la sonoridad en la traducción es lo más complejo”.
Junto con el poeta quiteño Andrés Villalba Becdach, Juan José Rodinás maneja la editorial Ruido Blanco, cuya última publicación fue un poemario de Lucas Andino. Anticipa que sacarán una antología de un poeta mexicano cuyo nombre aún se lo guarda. (I)