Luego de tres meses de exposición en el Museo Nacional del Ecuador (MuNa), el lienzo centenario Los Mulatos de Esmeraldas (1599) regresa a España, donde se encuentra en la actualidad.

Si bien la obra es original del pintor Andrés Sánchez Gallque, de la Escuela Quiteña, fue un encargo como regalo para el Rey Felipe III de España. Y es por ello que reposa en las instalaciones del Museo de América de Madrid.

“La obra es parte del museo del Prado, porque en ese sitio disponen de toda la colección de la parte colonial de España en América”, comentó José de la Fuente Martínez, restaurador del Museo Nacional del Prado en Madrid.

Detalló que los préstamos de las obras del museo a otros países son de 3 meses. “Al año, enviamos un promedio de 500 cuadros. Consideramos la importancia que tiene para el país, y que se respete ciertas condiciones”.

El objetivo era retratar “la pacificación de la zona de Esmeraldas, por lo que también hay un reconocimiento al artista, pues representa parte de lo que la comunidad negra vivía en ese tiempo con la esclavitud”. Sin embargo, en el cuadro, recalcó que “sus protagonistas habían adquirido un estatus importante. Casi caciques, porque tenían mucha fuerza, poder, y eso fue representado”.

Sobre el origen del cuadro con el país al que podría pertenecer, y si se toma en cuenta que pertenece a la Escuela Quiteña, el restaurador explicó que la idea de nacionalidad no es la que se tenía en ese tiempo. Pues ese sentimiento pasa también en Europa, por ejemplo con los cuadros de El Bosco, que se encuentran en el Museo del Prado, muchos dicen que le pertenecen a Holanda.

“Sí, fueron pintados por holandeses, pero la idea de Holanda como nación no existía en ese momento. No es que los cuadros pertenecen a las naciones. Son cosas bastante recientes, desde el siglo 19. La idea de la propiedad de una obra no funciona así”, comentó.

Destacó la importancia para el Museo Nacional, que un cuadro muy reconocido, se haya expuesto al público local.

La exposición de la obra acogida por el MuNa en Quito se realizó por la alianza interinstitucional entre Ecuador y España, a través del Ministerio de Cultura, el Museo Nacional del Ecuador, el Museo Nacional del Prado, el Museo de América de Madrid y el apoyo de la OEI Ecuador.

Más de 15.000 personas se registraron como visitantes de la obra en este período de tres meses. Los mismos que apreciaron su calidad estética y artística. Además de la observación de los elementos etnográficos, artísticos y simbólicos que lo rodean y en su contexto social.

“Los Mulatos de Esmeraldas, es una obra icónica que permite efectuar lecturas desde los distintos enfoques. En la historia, en la iconografía y de la movilidad humana”, explicó Milvia León, vocera del Muna-Q.

Mientras que Patricia von Buchwald, directora del MuNa, recordó que “dentro de las voces populares, la obra también es conocida como “Los Caciques Negros de Esmeraldas”. Pues muchas personas a través del cuadro, la representación que vieron en ellos, fue de autoridad; pero otros lo que vieron fue sumisión, es curioso los diferentes discursos que motivó esta obra”.

La directora observa que es la primera obra de la época de la colonia y realizada por un artista indígena que de alguna manera también refleja la influencia europea. “Es una mirada al pasado, una relectura de la historia. Pero desde el presente”, concluyeron. (I)