Obra de Perugachy vuelve al Ecuador después de 19 años
Después de 19 años de exponer su trabajo en el extranjero, el pintor otavaleño Jorge Perugachy regresa al Ecuador para presentar la obra “Magia Barroca”.
Su muestra está elaborada a base de colores y ornamentaciones que destacan la influencia barroca; siendo la ciudad de Otavalo (Imbabura) uno de sus mayores escenarios de formación. “Desde niño trabajé duro, influenciado por los colores, los espacios, las fiestas de mi ciudad, todo esto ha confluido en mi creación”.
Rememorando su infancia, relata que pasaba horas junto a su bisabuelo paterno mientras esculpía en madera y considera que desde ahí surgió su amor por las artes.
La exposición, abierta desde mañana en las salas EduardoKingman, Oswaldo Guayasamín y Miguel de Santiago de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, privilegia la imagen de la mujer e intenta representar la belleza de las latinoamericanas, tema sobre el cual el artista aclara: “la mujer no representa un objeto sino un sujeto liberador y creador. Es el elemento esencial, el génesis de la vida”.
Antes de empezar a pintar, Perugachy hace una planificación previa, porque cree que nada surge a la ligera: “todo está basado en una estructura usando de 15 a 20 bocetos, intercalando colores, ornamentaciones y según esos bocetos empiezo a plasmar algo en mis cuadros”. Un talento que aflora mientras escucha música andina o un buen pasillo.
El artista recuerda que, en sus inicios, pintaba en cartón porque no tenía el dinero necesario para comprar un lienzo, por lo que considera que el arte es un camino de constancia y perseverancia, dos virtudes que lo han llevado a los museos de Colombia, China, Malasia, entre otros lugares.
En 2010 fue el invitado de honor en la Feria Muldial de Arte de China y en 2011 estuvo en Kuala Lumpur (Malasia). La feria de Shanghái le dio muchas satisfacciones. “Ver mi obra junto a la de grandes artistas, como Salvador Dalí y Picasso, demostró que mi trabajo es apreciado por su valor andino y por su influencia cultural”, indica.
El esfuerzo le ha permitido convertirse en un artista reconocido, aunque “nadie es profeta en su tierra”, por eso ha recorrido varios países del mundo para difundir su obra. Después de 42 años de trayectoria internacional, volver a su país y ser reconocido como un representante del arte barroco -en el que ha plasmado la cosmovisión andina- lo llenan de satisfacciones.
A pesar de todo el camino transitado, considera que su aprendizaje no ha concluido, porque el arte es un trabajo constante en el que nunca se termina de conocer todo.
La inauguración de la exposición será mañana, a las 17:00, y estará abierta al público hasta el 6 de abril. Está compuesta por 110 cuadros, bajo la técnica de acrílico, siempre utilizando como referencia temática a la mujer andina, su fuerza generadora de vida y belleza.