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Novela sin ficción de Volpi explica ‘cómo funciona la justicia mexicana’

Jorge Volpi sostiene El fin de la locura durante su presentación en Bilbao, España, 2013. El autor se documenta profundamente antes de escribir cada obra.
Jorge Volpi sostiene El fin de la locura durante su presentación en Bilbao, España, 2013. El autor se documenta profundamente antes de escribir cada obra.
Foto: Rafa Rivas / AFP
02 de febrero de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

Una novela criminal, una novela sin ficción es la obra que acaba de darle el XXI Premio Alfaguara al escritor Jorge Volpi (México, 1968).

Novela sin ficción como A sangre fría, de Truman Capote (1924-1984), la obra del mexicano se basa en un caso policial, el que afectó en 2005 a Israel Vallarte y Florence Cassez, entonces pareja sentimental acusada de secuestro en México.

Criminal y latinoamericana, la novela vuelve sobre los hechos que provocaron un incidente diplomático entre los gobiernos de Felipe Calderón y el de Nicolas Sarkozy hace una docena de años.

El título de la novela fue el mismo con que se presentó al concurso, bajo el seudónimo G. Fuchs, y el jurado estuvo presidido por el escritor Fernando Savater y compuesto por los narradores Mathias Enard y Sergio del Molino; la directora de cine Claudia Llosa; el director de Librerías Gandhi de México, Emilio Achar y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), directora editorial de Alfaguara.

El fallo considera que “rompiendo con todas las convenciones del género, el autor coloca al lector y a la realidad frente a frente, sin intermediarios. En esta historia, el narrador es tan solo el ojo que se pasea sobre los hechos y los ordena. Su mirada es la pregunta, aquí no hay respuestas, solo la perplejidad de lo real”, lo cual le da visos a la novela, aún inédita, de investigación rigurosa.

Un trabajo que tendrá como reconocimiento una escultura de Martín Chirino y  $ 175.000, elementos que conforman el galardón.

El antecesor en ganar el premio es Ray Loriga, con una obra de ficción pura, cargada de crítica social.

La convocatoria última hizo que la firma editorial recibiera 580 manuscritos, de los cuales 261 fueron enviados de España, 88 de Argentina, 62 del país del ganador, 69 desde Colombia, 45 de Estados Unidos, 21 de Chile, 22 de Perú y 12 de Uruguay.

Se trata de “un fascinante relato”, según el veredicto y el tema tratado emparenta a Volpi con autores como Javier Cercas,  de Anatomía de un instante, o Emmanuel Carrère, de El adversario, a quienes el mexicano recordó al conocer el fallo.

Capote o Norman Mailer, de La canción del verdugo, son autores que han comentado antes con admiración, pero a diferencia de ellos, quienes “confiaban en sus sistemas judiciales”, el mexicano afirmó que su “gran desafío” ha sido que no se podía creer nada del suyo.

Ya lo había dicho el nicaragüense Sergio Ramírez -ganador del Alfaguara en 1998 por Margarita, está linda la mar y Premio Cervantes 2017-: la ausencia de justicia en América Latina la ha hecho terreno fértil para explorar las posibilidades de la novela negra. Y, en una entrevista con Marcos Fabián Herrera, matizó: “La historia es imperfecta, llena de anormalidades, de contrastes, de rarezas, y allí reside su poder inagotable de seducción. Podremos hablar mal de la historia que nos ha tocado en suerte, pero para los escritores seguirá siendo atractiva y seguirá generando novelas, generación tras generación. No podemos escapar de ella”.

La obsesión de Volpi -quien es el tercer autor mexicano en obtener el Alfaguara, después de Elena Poniatowska y Xavier Velasco- lo tuvo 3 años investigando. Le contó a diario El País que leyó las 10.000 páginas del expediente para elaborar su novela criminal. La realidad mexicana, desde el suceso de 2005, ha empeorado, dijo.

Un incómodo caso real
El libro Jauría. La verdadera historia del secuestro en México (Grijalbo), del periodista Humberto Padgett, recrea el montaje con el que Luis Cárdenas Palomino y Genaro García Luna presentaron al secuestrador confeso Israel Vallarta y a su novia, Florence Cassez, ante la televisión (el operativo policial fue retransmitido en directo por Televisa y TV Azteca, incluyendo el rescate de 3 personas secuestradas). Ambos fueron detenidos en un rancho a las afueras de Ciudad de México hace 12 años.

Días después se demostró que fue un montaje urdido por la Policía y reporteros de las cadenas. La pareja fue en realidad detenida un día antes, lo cual no impidió que fuera acusada y condenada.

La investigación también estuvo plagada de irregularidades: testigos que nunca estuvieron allí; testimonios falsos logrados con amenazas y torturas y víctimas sin constancia de haber sido secuestradas.

Recomendaciones del autor
Miembro del movimiento literario conocido en México como la Generación del Crack, Volpi considera que es el lector el que debe sacar “sus conclusiones, en torno a la inocencia o culpabilidad de uno u otro [de los personajes de Una novela criminal]”.

Mediante una conexión vía Skype para la revista Proceso, el autor le explicó al periodista mexicano Alejandro Gutiérrez que “en lo que no me cabe duda es que la decisión que tomó la Suprema Corte de Justicia (de México) de liberar a Florence (Cassez) por todas las irregularidades del proceso, deberían aplicarse a Israel (Vallarte). La novela solo cuenta hechos reales y cómo funciona el sistema de justicia mexicano”. (I) 

Jorge Volpi

Autor galardonado

Con Mentiras contagiosas obtuvo el Premio Mazatlán de Literatura 2008. En 2009 fue Premio de Ensayo Debate- Casamérica por El insomnio de Bolívar  y Premio Iberoamericano José Donoso, de Chile, por el conjunto de su obra.

17 novelas ha publicado el escritor antes de Una novela criminal, Premio Alfaguara  2018.

Escribe desde los 16 años

Es miembro de la denominada ‘Generación del crack’, que también conforman Ignacio Padilla y Eloy Urroz.

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