No un memorial de muerte, sino una metáfora de futuro
La lojana Tatiana Anatolyevna Trokhimtek fue anunciada ganadora del concurso “Alfaro es-cultura” el pasado viernes. La pieza con la que ganó se denomina “Las alas del hombre que supo soñar”, que recibió el reconocimiento económico de 40.000 dólares, además de 200.000 dólares para su construcción, en el parque El Ejido de Quito.
Tatiana, de 42 años, es de ascendencia ucraniana. Sus estudios en arquitectura los realizó en el Instituto de Ingeniería Civil de la ciudad de Odessa, precisamente en la tierra de sus ancestros.
Ahí también obtuvo una maestría en Ciencias de la Arquitectura, lo que le ha permitido estar al frente de la coordinación de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Internacional, con sede en Loja.
“Me enviaron la información a la universidad; así conocí sobre el concurso y después a través del sitio web del Ministerio de Cultura comencé a revisar los parámetros que se necesitaban y me interesé al respecto”, comenta.
Anatolyevna es madre de dos hijos y asegura que ellos fueron su pilar fundamental a la hora de pensar en una propuesta para la escultura, pues los nombró sus principales críticos durante el desarrollo del concurso.
“El trabajo sobre la parte conceptual del proyecto fue divertido y maravilloso. Investigué mucho ya que no aprendí sobre Alfaro en la escuela, pero tuve que aprender todo sobre él, a mirarlo desde afuera para saber lo que envolvía a ese gran personaje, a ese líder. Lo que obtuve e investigué lo digerí con gusto y con toda la pasión, ya que hacer algo por este país es algo que me llena”, prosiguió.
Tiene claro, eso sí, que el tema escogido no fue sólo pensando en Alfaro, sino con la intención de representar a todas las grandes mentes que hicieron mucho por el Ecuador, con esa voluntad y ganas de ir hacia adelante que caracterizaron al “Viejo luchador”.
La ganadora de “Alfaro es-cultura” comenta que no pudo estar presente en la designación del primer lugar por cuestiones de trabajo, pero cuando le llegó la invitación para recibir el premio “no podía respirar, se me fue el aire, no creí haber ganado, no lo asumo aún”, confiesa con la voz entrecortada.
Había participado antes en otros concursos de arquitectura en el país; por ejemplo, en el proyecto de la Asamblea Nacional, conjuntamente con profesores y alumnos de la universidad en donde dicta clases. No obtuvo el primer lugar, pero sí un reconocimiento por el buen trabajo presentado. Todavía desconoce qué hará con su premio, pues no sale del asombro.
La obra fue seleccionada de entre 55 propuestas participantes. El jurado, compuesto por la historiadora del arte Carmen Fernández-Salvador, la artista plástica Larissa Marangoni y el curador brasileño Ricardo Ribenboim, destacó la originalidad plasmada en el trabajo de Anatolyevna.
“Esa originalidad radica en la conceptualización de un memorial desde una perspectiva conceptual. La escultura no hace referencia directa a Eloy Alfaro o una situación histórica específica, más bien traduce sentimientos, emociones y percepciones históricas interpretadas en un proyecto contemporáneo. Es un trabajo positivo y no retrospectivo. No es el memorial de la muerte de Eloy Alfaro, sino que es una metáfora de la trayectoria de una vida, mirando hacia el futuro”, dijeron los miembros del jurado.
La exposición del proyecto ganador y de las menciones de honor del concurso “Alfaro es-cultura” estará abierta al público hasta el 16 de marzo próximo en la Sala de Exposiciones del Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador (Av. Patria y Av. 6 de Diciembre).