Niños fueron protagonistas del cierre de cursos de arte
Así como se desarrollaron simultáneamente los talleres de expresión oral, música, danza, dibujo y narración oral en los museos Antropológico y de Arte Contemporáneo, Nahim Isaías y Presley Norton por 2 meses, ayer, desde las 10:00 en los locales de los 3 centros de exposición, regentados por la Dirección Cultural Guayaquil del Ministerio de Cultura, se dieron las muestras de clausura de dichos cursos denominados vacacionales de Creatividad y Criticidad fueron impartidos por estudiantes de la carrera de arte de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guayaquil a más de 500 niños entre los 6 y 12 años, durante febrero y marzo.
En el museo Nahim Isaías, el lobby lució copado de público, sobre todo amigos y familiares de los niños que se presentaban la mañana de ayer, desde las 10:30, con coreografías de expresión corporal, sketches de teatro y danza al son de música infantil original tocada en vivo por músicos profesionales, entre ellos Miguel “Segovita” Segovia.
A diferencia de los actos de academias privadas u otros vacacionales en que suelen ser más aplaudidos los maestros, según la trayectoria que tengan más que por los resultados exhibidos en escena, esta vez los niños, incluyendo un grupo de niñas con síndrome de down, brillaron en el improvisado escenario del lobby del museo. Con la jefa del museo Nahim Isaías como maestra de ceremonias, el encargado de abrir el acto fue Benicio Fuentes, director del grupo JMQ de la Espol con un cuento zen sobre el hombre.
Le siguieron el grupo 1 del taller de expresión corporal con el número “Como Chaplin” en el que, especialmente, niñas de varias edades deleitaron al público con una rutina de sillas en clave de mimo. Otros actos destacados, en un programa, que incluyó a Guayabera Band como músicos invitados, fueron la coreografía “El alboroto” de Danzando somos Más en el que niñas y jóvenes, incluidas algunas con síndrome de down, dirigidas por Zayda Freire, bailaron disfrazadas de los insectos del Ecuador al son de la música original de “Segovita” y un bajista profesional.
Los “niños” de la tecnóloga en teatro Maritza Navarrete fueron ovacionados por un sketch sobre el cuidado del medio ambiente.