El niño "lee" desde el vientre de la madre, dice Robledo
El niño "lee" desde el vientre de la madre, aseguró este martes 13 de noviembre en la capital la narradora y catedrática colombiana Beatriz Helena Robledo, quien considera que leer a otros en voz alta es uno de los mecanismos más efectivos de introducción a la literatura.
Así lo aseguró en la conferencia "El mediador de lectura. La formación del lector integral", en el marco de la XI Feria Internacional del Libro y la Lectura en Quito, en la que señaló que dichas actividades durante muchos siglos estaban consideradas como "privilegios", ahora son "prácticas sociales y culturales" diversas de mayor acceso.
Antes "se esperaba que el niño llegara a primero de primaria para enseñarle a leer. Hoy en día, con todos los estudios de la psicolingüística, del desarrollo infantil, sabemos que el niño está leyendo, en un concepto mucho más amplio, desde que está en el vientre de la madre", indicó.
Máster en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Javeriana de Bogotá, Robledo explicó a Efe que hay quienes se quedan con el concepto semántico de las palabras y olvidan la "cadencia, el ritmo, la musicalidad", que es lo que escucha el bebé.
"Venimos de la concepción de que leer es descifrar un texto escrito, cuando la lectura pasa por la sonoridad y por los efectos psíquicos y emocionales que tiene eso en el ser humano", añadió al referirse a las repercusiones de esa lectura como un "sostén emocional".
Con 25 años de experiencia en literatura infantil y creadora de varios cuentos y antologías, Robledo cree que la lectura produce una vinculación más certera de la madre y el entorno con el niño que, cuando nace, "no llega a un vacío" pues ya hay "un sentido de pertenencia a la cultura humana".
El gerente del Plan Nacional del Libro y la Lectura de Ecuador, Edgar Allan García, recordó que estudios sobre el cerebro humano determinan que el bebé es capaz de captar la ira, la tensión, el amor y la palabra cariñosa.
"Que no se acuerde después no quiere decir que no haya absorbido esas emociones primarias", apuntó y agregó que cuando el niño asocia la voz de su madre con las historias, "la lectura se vuelve un caramelo imposible de dejar de lado", por lo que tan pronto pueda acercarse por sí mismo a la literatura "no lo va a dejar de lado".
Y por ello, Robledo destaca la importancia de que la madre y todos los cercanos al bebé se conviertan en "mediadores" para acercar los menores a la lectura, en un proceso en el que luego los maestros y bibliotecarios, entre otros, tienen un rol fundamental.
Profesora de la cátedra de Literatura Infantil de la Universidad Javeriana, Robledo sostiene que la lectura, como el amor, no acepta imposiciones, por lo que obligar a leer y a hacer análisis técnicos de textos puede afectar la motivación lectora, lo que pone a prueba la capacidad del mediador, que acompaña, cuestiona y dialoga.
"El papel del mediador es buscar textos a los que por sí solos los chicos no llegarían, a no ser que se hayan transformado en lectores más experimentados", dijo en la conferencia.
En el universo infinito, múltiple y diverso de los textos escritos es fácil perderse como en una selva oscura y allí el mediador ayuda a discernir "la maleza de buen árbol, de la buena semilla", poniendo a prueba su intuición, conocimiento, certezas y la "incertidumbre frente al otro", comentó.
Subrayó que el mediador debe conocer quién es el lector para evaluar y seleccionar el material que le proporcionará.
Robledo destacó también la importancia de la apertura del mediador para acordar con el lector el tipo de textos que procesarán en "relaciones de respeto" a otras visiones y con base en la empatía.
"Es importante nutrir a niños y jóvenes de literatura porque lo que estamos haciendo es nutrirlos de la capacidad compasiva y creativa del pensamiento simbólico", con lo que se desarrolla el análisis y se le ofrece herramientas para transformar realidades, recalcó la escritora. (I)