Nicole Adoum esperó dos años para seguir el camino del “Turco”
Nicole Werren, actriz, editora y compañera de vida del escritor ambateño Jorge Enrique Adoum desde 1977, falleció la noche del pasado 13 de julio, a las 23:00, a los 72 años, luego de sufrir un infarto múltiple. El hecho ocurrió 2 años y 10 días después del deceso del vate.
El Ministerio Coordinador de Patrimonio, en un comunicado virtual, lamentó públicamente la pérdida y reconoció en Nicole Adoum a una mujer que contribuyó con la cultura nacional como gestora cultural. Igualmente, antes del cierre de esta edición, el departamento de Comunicación del Ministerio de Cultura se encontraba levantando un comunicado con la misma intención, que sería publicado en su portal. Mientras tanto, en las redes sociales, varios amigos y allegados a Nicole expresaron sus sentimientos de pesar a través de mensajes y citas de entrevistas pasadas.
En una conversación con la periodista Juana Neira el pasado 5 de julio, en el programa Sueños de Papel, de Radio Visión, Nicole Adoum habló acerca de estos dos años de ausencia de su esposo: “Es un camino que va del sufrimiento hasta la paz, y después de estos dos años estoy entrando en un camino de paz”, dijo.
Nicole, quien desde su unión con Jorgenrique (como prefería llamarlo) adoptó su apellido, nació en Gimel, Suiza, el 16 de septiembre de 1937, creció junto a su familia y permaneció involucrada desde muy joven en la actuación para teatro y el canto popular, sobre todo en Ginebra, donde conoció a Adoum.
Rondaba la treintena y poco tiempo antes se había separado de su primer esposo, Jean Samuel Curtet, con quien vivió durante ocho años. En esas circunstancias, y atravesando por serios problemas financieros, recibió la propuesta por parte del director del teatro para el cual actuaba en aquel entonces, de ser parte del elenco de la obra teatral El sol bajo las patas de los caballos, escrita por un autor ecuatoriano que ella no conocía. Era 1970.
La obra se montó y así empezó su relación con aquel escritor, hasta entonces desconocido, de quien se enamoró.
Los primeros siete años transcurrieron sometidos a las vicisitudes que impone la distancia, pues Jorgenrique se trasladó a París para atender responsabilidades laborales en Unesco, mientras que Nicole debía cumplir con varios contratos artísticos en teatros de Suiza.
En 1977, Nicole se mudó a París para encontrarse con Jorgenrique. Llegó a un pequeño departamento con una terraza que ofrecía una maravillosa vista de la ciudad, y donde el poeta “gustaba de tomar sol en ese lugar”, según confesó ella en la entrevista radial con Neira.
En la capital francesa fue donde el escritor y la actriz conocieron a importantes referentes de la literatura universal, como el belga-argentino Julio Cortázar, el cubano Alejo Carpentier o el mexicano Juan Rulfo, todos residentes parisinos por largas temporadas; allí se vincularon los talentos de los dos hasta consolidar la relación editora-escritor que, paralelamente a su lazo sentimental, se mantuvo hasta la actualidad.
En 1987, Nicole Adoum llegó a Quito e inició su actividad al mando de Ediciones Archipiélago, en donde realizó traducciones y desarrolló su oficio de editora de su esposo y de otros, hasta su muerte.
