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Natalicio de Espejo es recordado por médicos y bibliotecarios del país

Réplicas en cera del confesor Francisco de Jesús Bolaños, Manuela Espejo y Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo en el Museo Alberto Mena Caamaño.
Réplicas en cera del confesor Francisco de Jesús Bolaños, Manuela Espejo y Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo en el Museo Alberto Mena Caamaño.
Foto: Jhon Guevara / EL TELÉGRAFO
21 de febrero de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

Hace 271 años nació Eugenio de Santa Cruz y Espejo (1747-1795). Periodista, filósofo, bibliotecario, abogado, médico e investigador que introdujo las ideas de la Ilustración.

En conmemoración de su natalicio, se celebra el Día del Médico y del Bibliotecario ecuatoriano. La Facultad de Ciencias de la Salud que lleva el nombre del personaje histórico en la Universidad Tecnológica Equinoccial realizó la Jornada Científica Salud y Ambiente el sábado pasado.

Ese día, la Cofradía de los Duendes realizó 4l recorridos ‘Tras las huellas de Eugenio Espejo’ en el Centro Histórico. Uno de los lugares que incluyeron fue la cripta de la Capilla de San José, junto al Cementerio El Tejar, donde reposan sus restos.

La fundadora de este colectivo, Rina Artieda, recuerda que la tumba es custodiada por los Hermanos de la Toca de Asís. “Los restos no están en un mausoleo como el de otros personajes históricos porque Eugenio Espejo determinó en el testamento -que dictó a su hermana, Manuela Espejo- que quería ser sepultado allí, con el hábito mercedario”.

La Iglesia de La Merced es otro de los sitios históricos que recuerdan la figura de Espejo por el papel que los mercedarios tuvieron en los afanes libertarios de los pobladores de la Real Audiencia de Quito. En los interiores de la Merced hay algunas pinturas de Víctor Mideros (1888-1967) que registran los nexos entre la vocación mercedaria y los procesos libertarios, explica Artieda. Y, en El Tejar, se conserva un monumento de Fray Francisco de Jesús Bolaños (1701-1785), su confesor personal.

El lugar en el que estuvo la prisión de la Real Audiencia -una mazmorra en la que el polígrafo enfermó luego de llegar acusado de haber puesto banderas libertarias en las cruces de Quito- es la sede del Museo Alberto Mena Caamaño (dentro del Centro Cultural Metropolitano). Allí se conserva su estatua hecha en cera.

La Biblioteca Municipal -también ubicada en las calles García Moreno y Espejo- es otro de los enclaves que pobló Eugenio Espejo. Allí se presentará un libro que contiene la historia del repositorio, el sábado próximo. (I) 

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