Mural de Guayasamín cumple 30 años hermanando a España y América
Un mural de 120 metros pintado por el artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín celebra este jueves sus 30 años en el aeropuerto madrileño de Barajas en los que ha sido testigo del tránsito de miles de personas entre España y Latinoamérica.
Durante estas tres décadas y desde su silencio, esta obra de arte ha visto cumplido el deseo de su autor que quiso que la obra fuera "una llamada a la unidad entrañable entre Hispanoamérica y España".
Verenice Guayasamín, una de las hijas del artista, explicó que el pintor plasmó en uno de los paneles lo que era América, con sus mitos, leyendas y personajes, antes de la llegada de los españoles, y en el segundo reflejó lo que España llevó a América, "básicamente durante la conquista".
Se trata de un mural elaborado en acrílicos y polvo de mármol dividido en dos paneles: uno de ellos dedicado a España y el otro a Latinoamérica y que fue encargado por el ex presidente del Gobierno Felipe González al artista ecuatoriano.
"En 1982, con motivo de una remodelación de Barajas, que coincidió con el Mundial de Fútbol, se instaló este mural como homenaje a las relaciones entre Ecuador y Latinoamérica con España", explicó a Efe el director del aeropuerto de Madrid, Miguel Ángel Oleaga.
Oleaga definió la obra como puente entre España y el continente americano y detalló que la parte dedicada a América está situada en la zona de salida hacia Ecuador, mientras que la que representa a España se ubica en el área de llegada de los vuelos procedentes de este país.
Su primera localización fue la terminal 1 y en la actualidad se ubica la terminal 4 desde 2006, coincidiendo con otra de las ampliaciones del aeropuerto madrileño.
El mundo precolombino es el principal motivo del panel del mural centrado en América y en él aparece un indio tocando el rondador (flauta de tubos), además de "el misterio de las máscaras".
La parte dedicada a España refleja la danza mediterránea con el símbolo de dos manos, la del conquistador y la del indígena, además de la representación de un guitarrista.
Guayasamín, que a su muerte en 1999 fue declarado "Pintor de Iberoamérica", tardó un año y medio en crear las dos obras, que fueron montadas en una estructura de aluminio y enmarcadas sobre madera de bálsamo.
Entusiasmado por la obra del artista latino, el director del aeropuerto madrileño expresó su deseo de que la contemplación del mural en Barajas sirva para animar a los viajeros que se dirigen a Ecuador a visitar el museo del artista en Quito, ya que, en su opinión, es "uno de los lugares más importantes de la ciudad".
El tráfico aéreo entre Madrid y Ecuador supone cada año más de 400.000 pasajeros, que a su llegada o salida de Barajas pasan por delante de este mural, que se suman a los más de 15 millones de viajeros que también transitan anualmente frente a esta obra de arte.