El boom de los libros electrónicos tuvo su explosión en el mundo hace un decenio, cuando parecía que se daba el adiós a los físicos.

Sin embargo, los lectores volvieron a acariciar el placer del olor del papel y parece que se ha producido un equilibrio entre los que gustan de unos y otros.

La Dra. Yannelys Aparicio, directora académica y profesora del Máster Universitario en Literatura Española y Latinoamericana de la Universidad Internacional de la Rioja contestó, vía correo electrónico, las preguntas que sobre el tema le hizo diario EL TELÉGRAFO.

¿En qué grado de aceptación se encuentran en este momento los libros electrónicos en el mundo?

Hubo un boom de los libros electrónicos más o menos hace 10 años, pero creo que actualmente esa actitud ha llegado a su tope, y los lectores vuelven a valorar los libros físicos con respecto a los libros electrónicos, y con esto, ha habido una especie de equilibrio.

Esto es una tendencia más bien del mundo anglosajón, porque en el mundo hispánico, por otro lado, sí que crece la demanda de los e-books, teniendo también en cuenta las circunstancias que incluyen el encierro, la pandemia, el covid-19, así que, en los últimos dos meses, ha habido una serie de escritores, académicos, que han promovido la escritura en internet, los libros electrónicos, la escritura de poesía en redes sociales, etc.

También es cierto que, en los últimos años, ha habido un gran número de escritores que defienden la importancia de los cauces tradicionales (con respecto a los libros), o sea las bibliotecas, visitar el sitio y comprar los libros, tocarlos, olerlos, interactuar con ellos, sobre todo la importancia de las bibliotecas, ya sea en formato papel o e-books, en el caso ideal estarían en ambos formatos.  

¿Cuáles son las temáticas más demandadas?

Pues sin dudas literatura de corte policiaco, los románticos, también los libros de autoayuda, y en general los best sellers (pueden ser de intriga o aventura) también, como dije, últimamente ha cobrado auge la poesía, ésta ha tenido una especie de renacer y resurgir, y también el ensayo, con reflexión de la vida, de la sociedad, de la política, en las redes sociales, debido a esta especie de “insilio” que hemos tenido que vivir en los últimos dos meses.

Entonces se promueve una lectura en voz alta de poesía y ensayo relacionado con este sistema de vida al que hemos sucumbido, y es una forma de un poco liberar tensiones, lidiar con la nueva situación a la que nos hemos visto obligados a seguir.

¿Cómo está la demanda de los e-books en América Latina y específicamente en Ecuador?

Hay un informe de Bookwire sobre la evolución de los libros electrónicos en América Latina y España, que dice que la venta de libros electrónicos se encuentra en crisis en los países donde la lengua común es el inglés, y sobre todo en los hablantes de la lengua inglesa que han vuelto al formato tradicional del libro en papel.

Sin embargo, en los países de habla española, incluido los Estados Unidos, donde hay 60 millones de hispanohablantes, sí hay un crecimiento muy relevante del mercado de las librerías online, que sigue creciendo en América Latina y también en Ecuador.

A día de hoy, hay muchas editoriales que publican a su vez, el texto en papel y la edición digital, y por eso hay un crecimiento en las ediciones de e-book.

En Ecuador hay una plataforma específica que se está canalizando como parte de estas ventas, que se llama Mercado Libre, y que funciona muy bien en este sentido.

Las principales editoriales serían Periférica, Nórdica, Planeta, estas por lo general publican el libro en papel y el e-book.

¿Qué lecturas recomienda para estos tiempos de pandemia?

En primer lugar, Terra Alta, de Javier Cercas, que ofrece una lúcida reflexión sobre el valor de la ley, la posibilidad de la justicia, la legitimidad de la venganza, y la epopeya del hombre en su búsqueda del lugar que le corresponde en el mundo caótico de hoy.

También Sonriendo bajo la crisis, de Leopoldo Abadía, el título lo indica, que estamos inmersos en una de las mayores crisis de la historia y qué actitud debemos tener.

Por supuesto, Mario Vargas Llosa con su  novela Tiempos recios que es una historia de conspiraciones políticas e intereses encontrados en tiempos de la guerra fría. Una mentira que se convirtió en verdad y cambió el devenir de América Latina.

Por último, Cómo hacer que pasen cosas buenas, de Marian Rojas. Es una reflexión muy profunda y salpicada de consejos útiles, con una vocación evidentemente didáctica acerca de la aplicación de nuestras propias capacidades  y ejecutar nuestra voluntad en marcha de la inteligencia emocional, pero sin exceso de autocrítica y exigencia que nos agobia, sino tratando de reivindicar siempre el papel del optimismo. (I)