El dos veces nominado al oscar ha recibido múltiples reconocimientos en distintos países
Miguel Littín fue condecorado en la Asamblea
Miguel Littín llegó al país ayer para iniciar un proceso de formación y capacitación, además de otras actividades cercanas al oficio cinematográfico.
El director chileno estará participando en un taller intercultural al que han sido convocados los postulantes de las 4 categorías del Fondo de Fomento Cinematográfico y otros realizadores ecuatorianos.
Además brindó ayer una charla magistral junto con la proyección de su último trabajo cinematográfico ‘Allende en su laberinto’ (2014), que se exhibió en la Unasur y, anoche, en la Asamblea Nacional.
El Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador será el lugar de una nueva presentación del filme, hoy a las 18:00.
El lunes pasado, Littín fue invitado al Cambio de Guardia que se realizó en el Palacio de Carondelet.
Juan Martín Cueva, director ejecutivo del CNCine, ha dicho que “la visita de una eminencia del cine latinoamericano nos llena de satisfacción y expectativa. El cine es un ámbito que está creciendo cada vez más en nuestro país y es importante entender todos sus componentes y perspectivas, y aportar a la formación de nuestra propia industria cinematográfica. Contar con la presencia de Littín en el país es un gran aporte para la capacitación de nuestros profesionales”.
Estuvo exiliado
Miguel Littín (1942) es uno de los más reconocidos cineastas latinoamericanos, no solo por la calidad de sus producciones, sino por su participación política que lo llevó, incluso, al exilio.
Entre 1970 y 1973 fue director de la productora estatal Chile Films, bajo el Gobierno de la Unidad Popular, tiempo en el que profundizó su amistad con Allende, expresidente de ese país. Vivió durante años fuera de su tierra natal, ingresando a ese territorio de manera clandestina para filmar una de sus películas que le permitiría mostrar la realidad de su país en ese entonces.
“Vivimos en un continente en que la gente necesita al cine. Y el cine necesita a la gente. Necesita cambiar las reglas del juego y profundizar en lo que son las relaciones humanas con el entorno, con los demás; pero eso sí, con lucidez, con rigurosidad, con libertad”, señala Littín, quien se ha posicionado como uno de los actores clave del cine social en América Latina.
Fue nominado dos veces en el Festival Internacional de Cine de Cannes como mejor película por sus cintas Actas de Marusia y El recurso del método (1978). En una entrevista concedida a la agencia Andes se refirió a la necesidad de una integración en la región. “Hay que encontrar los caminos de integración latinoamericana, de eso sí que estoy convencido: no habrá un país en América Latina que pueda resolver sus problemas por sí solo”, enfatizó. (I)