“Mi compañero de baile es el público”
Con un gusto casi reverencial por la palabra llegó a Guayaquil la tarde de ayer Jorge Drexler. Para él, la curiosidad es un motor que lo moviliza, lo entretiene. Y por ello, durante la rueda de prensa en el Teatro Sánchez Aguilar (TSA), se refirió al amorfino como uno de sus hallazgos.
El amorfino -una tradición de lenguaje dentro de las expresiones orales de la Costa ecuatoriana- captó su atención, según dijo, por la construcción literaria y la etimología de sus palabras, “amores finos”, resaltó, intentando encontrar las raíces. Incluso manifestó que, durante el tiempo que permanezca en el país, buscará libros para indagar sobre esta construcción popular.
Aunque Drexler visitó el país con su tour Mundo abisal en 2012, aseguró que este año tendrá algunas variantes. “No me gusta repetir; cuando vuelvo a algún lugar trato de cambiar el formato”.
Expresó que, de acuerdo al lugar donde se encuentra de gira, improvisa temas propios de cantautores de la región. “Me voy a aprender un pasillo de Julio Jaramillo”, dijo entre risas. Y el público, que estaba compuesto en gran parte por periodistas y fotógrafos de prensa, lo aplaudió.
El uruguayo indicó que en esta oportunidad -a diferencia del show anterior- estará acompañado por dos personas más en escena: un músico y un técnico de sonido.
Sin embargo, otros elementos se mantendrán, como el concepto de la iluminación, que juega un papel importante durante el concierto y en cada una de sus presentaciones. “Esta es la primera vez que me reúno con el iluminador antes que con el músico para la organización (...); la luz en el escenario es más parecida a la de una obra de teatro. No se trata de una iluminación pop. Esta es muy estática y ‘económica’ en cuanto al uso de luz”.
También se refirió a la aplicación disponible para teléfonos inteligentes denominada “n”, llamada así por la cantidad de posibilidades que ofrece para crear combinaciones de una misma canción. El tema musical se lo divide en fragmentos que luego son mezclados por el usuario.
Con ello se dio tiempo para explicar que la idea tiene influencias en una composición de Mozart (Juego de dados) y guiños a Rayuela, del escritor argentino Julio Cortázar.
Al dar pistas de los conciertos de hoy y mañana, destacó la preponderancia que tiene el público para él. Explicó que, aunque el show tiene un esquema a seguir, él se da la licencia creativa para improvisar canciones que el público le pide, a veces -incluso- de otros autores. “Mi compañero de baile es el público”, dijo al referirse al nexo que logra durante la presentación.
Drexler se presentará esta noche, en la sala principal del TSA, ubicado en la vía a Samborondón (Av. Río Esmeraldas km 1,5). Esta gira es parte de una serie de presentaciones que realiza en países latinoamericanos. El recital se repetirá en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (Quito), a las 20:00, mañana.