McCartney vino a cantar y le dieron serenata

La música de The Beatles es el leit motiv compartido entre varias generaciones. “La única nostalgia común que uno tiene con sus hijos”, decía Gabriel García Márquez para luego confesar su acuerdo con Emilio García Riera, cuando admitió haber oído a los Beatles con un cierto miedo, porque sentía que se acordaría de ellos por el resto de su vida. Sir Paul McCartney, una parte sólida de esa historia mitológica que dejó el cuarteto de Liverpool, estuvo en Quito, en el Estadio Casa Blanca, materializando una expectativa que parecía lejana.

Paul McCartney llegó al aeropuerto de Tababela el domingo a las 21:15. Salió de la terminal de protocolo, bajo la ventanilla del Audi blanco en el que se había acomodado y saludó por breves segundos a los cerca de 200 fans que lo esperaban. Para recibirlo habían extendido 3 gigantografías en blanco y negro con textos de canciones: “You were only waiting for this moment to arise” (Solo has esperado este momento para liberarte), correspondiente a la canción, Blackbird del White Album; “My heart is like a wheel, let me roll it”, (Mi corazón es como una rueda, déjame rodarlo), de Let me roll it, canción de MacCartney incluida en el álbum Band of the Run; y “We’re gonna get high, high, high” (Vamos a llegar arriba, arriba, arriba), del sencillo High, high, high. Cada una de estas frases fueron seleccionadas por los fans a través de facebook.

La Policía Nacional permitió que una caravana de autos acompañe al exbeatle hasta el hotel Marriott, donde la insistencia de los fans fue interrumpida por agua a presión, por parte de la seguridad del hotel.

A las 22:15, The Strawberry Band de Quito y Macca Band de Guayaquil, ofrecieron un recital de covers desde la terraza del edificio Proinco, ubicado frente a la habitación donde se hospedó el músico.

El número de fans se duplicó en la calle para la representación del último concierto que brindaron los ‘Cuatro de Liverpool’ en el techo de su disquera Apple Records hace 45 años, escena que en 2007 rememoraba Across the universe, película musical dirigida por Julie Taymor, basada en canciones de The Beatles.

Las bandas interpretaron 15 canciones, tanto de The Beatles como de McCartney, hasta las 11:15. En la madrugada, Brian Ray, el guitarrista que acompaña al músico agradeció en su cuenta de Twitter la serenata.

Ayer, mientras cientos de admiradores de la música de McCartney se trasladaban a la capital de Ecuador para el concierto que daría en la noche, el músico recorrió el Centro Histórico de la ciudad con mucha discreción, evitando acoso de la prensa y de sus seguidores.

Al medio día el escenario en el que Sir Paul McCartney daría su concierto ya estaba listo para iniciar a las 16:30 la prueba de sonido ante estudiantes de escuelas municipales y el público que compró entradas VIP. A las 17:00 se abrirían los 11 accesos para recibir a los 37 mil espectadores, entre ellos los que esperaron bajo el sol de la mitad del mundo desde temprano.

El posible Play List de la noche recorría los mensajes sobre el concierto en las redes sociales.

Camisetas, disfraces de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y un acumulado de euforia verían un video de 15 minutos con imágenes de la trayectoria del músico que la próxima semana ofrecerá su show en Centroamérica y que ayer revitalizó la euforia de todas las generaciones que crecieron con su música.