Mary Shelley: La invención no consiste en crear a partir del vacío, sino del caos
Frankenstein, publicada el 1 de enero de 1818, ha cumplido 200 años como indiscutible referente del género de terror, tanto en la literatura como en el cine, categoría en la que ha sido objeto de incontables adaptaciones.
La inglesa Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851), segunda esposa del poeta Percy Shelley -de quien tomó el apellido-, publicó su gran obra con solo 20 años, si bien empezó a escribirla a los 18, retada por el también poeta Lord Byron, con quien la pareja pasó unas vacaciones en Suiza en 1816.
En una introducción que ella misma preparó de su libro para la edición de Standard Novels, decía que buscaba escribir “una historia que hablase a los miedos misteriosos de nuestra naturaleza y despertase un horror estremecedor; una historia que hiciese mirar en torno suyo al lector amedrentado, le helase la sangre y le acelerase los latidos del corazón. Si no lograba estas cosas, mi historia de fantasmas sería indigna de tal nombre. La invención no consiste en crear del vacío, sino del caos”.
Mary Shelley fue hija del filósofo político William Godwin y de la pionera feminista Mary Wollstonecraft, quien murió poco después de nacer su hija. Imagen: Hulton Archive / Getty Images
La novela, cuyo título completo es Frankenstein o el moderno Prometeo (en alusión al mito griego, muy seguido por los artistas románticos) y que inicialmente salió sin el nombre de la autora, recibió críticas variadas en su debut, pero posteriormente saltó a la fama con las adaptaciones que se hicieron primero en teatro y, ya en el siglo XX, en el cine.
La primera versión cinematográfica data de 1910, y le siguieron más de 150 adaptaciones en múltiples formatos, todas las cuales han contribuido a definir para el gran público al “monstruo” creado por el científico Victor Frankenstein. La película que fraguó la imagen del ser fabricado en el laboratorio, que en la novela no tiene nombre, fue Frankenstein’s monster, de 1931, en la que Boris Karloff luce un par de tornillos en el cuello como evidencia de su origen antinatural.
Según los críticos, la secuela de 1935 The Bride of Frankenstein es mucho más fiel a la novela, en la que el monstruo, lejos de ser inconsciente y desalmado, es un ser complejo, que se hace preguntas profundas sobre su procedencia y el propósito de su existencia.
El actor Christopher Lee, en The Curse of Frankenstein, aparece con cicatrices y tejido trasplantado, caracterización más ceñida a la novela. Imagen: The Curse of Frankenstein, 1957
Al ser fruto de la imaginación de una joven casi adolescente, no es de extrañar que la historia de Frankenstein haya conectado con tantas generaciones de jóvenes e inspirado series como The Munsters, The Addams Family o incluso Scooby-Doo.
Con The Curse of Frankenstein (1957), en la que Christopher Lee aparece con cicatrices y tejido trasplantado -caracterización más ceñida a la novela-, llega la primera película de terror con sangre y vísceras.
La franco-italiana Andy Warhol’s Flesh for Frankenstein (1973), producida por el artista estadounidense, ofrece un punto de vista más sexi, sangriento y perverso y, según los expertos, puede interpretarse como una crítica al fascismo. Otra versión más sofisticada es Mary Shelley’s Frankenstein, de 1994, protagonizada por Robert de Niro, bajo la dirección del británico Kenneth Branagh.
En el Reino Unido, Danny Boyle dirigió en 2011 una adaptación teatral con Benedict Cumberbatch y Jonny Lee Miller alternando los papeles de Victor Frankenstein y su monstruo. Actualmente está en cartel en Londres, con gran éxito de público, el musical titulado Mel Brook’s Young Frankenstein.
En mayo de 2017, Universal anunció una nueva versión de la querida The Bride of Frankenstein, que en principio estará dirigida por Bill Condon y que podrían protagonizar Javier Bardem y Angelina Jolie.
Conmemoraciones
El bicentenario de esta influyente novela se celebra en el Reino Unido con una edición especial que cuesta dos libras. Mientras, en EE.UU., donde tiene legiones de seguidores, se han organizado acontecimientos científicos y literarios.
Aunque es especialmente conocida por Frankenstein, Shelley, hija del filósofo político William Godwin y la filósofa y pionera feminista Mary Wollstonecraft -que murió poco después de nacer su hija-, escribió también biografías, ensayos, artículos de viaje y obras de teatro.
Tras la muerte de su esposo en 1822, al hundirse su barco en la costa italiana de Viareggio, Mary Shelley, que dedicó buena parte de su vida a promocionar la obra de él, regresó a Inglaterra, donde se concentró en su carrera y en criar al único hijo de ambos.
La escritora, que perdió a un bebé prematuro y tuvo varios abortos, pasó sus últimos años afectada de varias dolencias, y murió de un tumor cerebral a los 53 años. (I)
El libro
Primera edición
→El 1 de enero de 1818, casi dos años después de la estancia en el lago Lemán, donde Shelly fue retada por Lord Byron, se publica Frankenstein o el moderno Prometeo con una tirada de 500 ejemplares. No llevaba firma. (I)
20 años tenía la autora británica cuando publicó el libro, aunque empezó a escribirlo a los 18 años. (I)
Identificación de la autora
→En 2013 salió a subasta por 477.422 euros un ejemplar de la primera edición dedicado a Lord Byron “por el autor”. En la segunda edición de 1823 (de tirada similar a la anterior), la escritora se identifica. (I)