Marcelo Báez cierra el ciclo de Márgara Sáenz
“Ten cuidado con las personas que inventas porque puede resultar que sí existen”, dice Márgara Sáenz al inicio de ‘Nunca más Amarilis’, el libro ganador del Premio Miguel Donoso Pareja que entregó en su tercera edición la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIL) al escritor Marcelo Báez.
Luego de que pasaran ocho meses del tiempo estipulado para que el Municipio de Guayaquil publique el libro, el autor, así como el ganador anterior (Juan Pablo Castro Rodas), decidió sacar su libro con otra editorial, en este caso Libresa.
Báez construye su historia a partir del poema “Otra vez Amarilis”, trabajo de la supuesta autora ecuatoriana Márgara Sáenz publicado en la antología Poemas de amor erótico, con el trabajo de los peruanos Mirko Lauer y Abelardo Oquendo, con prólogo de Antonio Cisneros.
Junto con Márgara Sáenz nace literariamente el poeta Diego Dónavan Azuela, autor de “La medusa”, escrito en un lenguaje barroco queer. De aquel poema publicado por Sáenz, en los 70 en Perú nace un mito alrededor de la poeta ecuatoriana que se divulga en tiempo de redes sociales y blogs.
Báez toma las pautas que le da aquel único poema de esta ecuatoriana para construir lo que llama “su autoficción definitiva”. Hace un recorrido por la historia de las Amarilis que se remonta al nacimiento de Teócrito, por el siglo 312 A.C. El autor griego fundó la poesía bucólica o pastoril y en su Idilio III aparece por primera vez una Amarilis literaria.
Báez hace una pesquisa literaria por la forma en que se caracteriza a una mujer llamada Amarilis y reúne al mismo tiempo todas las pistas bibliográficas alrededor de esta historia. La autora de este poema decide, literariamente, escapar de los márgenes en los que creció en un barrio de tolerancia, donde conoce y comienza su relación con la literatura.
El autor de esta historia hace referencia a la forma en que se forma la literatura a lo largo de la historia, de la Iliada a la Odisea, a la Eneida, luego la Divina Comedia. Una nace como consecuencia de la otra “y así empieza una serie de círculos que se amplían a lo largo de los siglos en los cuales la literatura tiene siempre que referirse a sí misma, de manera constante”, dice el autor.
“El primer escritor que sistematiza todo esto de manera creativa y hace de la pesquisa bibliográfica un arte es Borges”, dice Báez. De allí que el capítulo dedicado al autor El Aleph ( ) tenga también la intención de “agotar todo lo que se ha dicho sobre él como personaje”, así como hace con Sáenz.
Báez inició en 2016 un trabajo de minería de datos, desde el nacimiento de su personaje en 1972, con aquella fallida antología peruana hasta sus mitos en redes sociales. Piensa que con su registro virtual Sáenz dejó su existencia letrada y su idea es regresarla a ese estado primigenio.
De Teócrito a Lope de Vega, el material está en función del personaje con cronologías intercaladas que además ponen en evidencia que la autora de esta Amarilis no es la única mujer marginada del ámbito literario.
“En todo momento las mujeres que ella conoce están relacionadas con formas de borrar a la mujer. Ella también conoce a Georgina Hübner, esta mujer tan ansiada por Juan Ramón Jiménez, que fue una ficción de un grupo de poetas jóvenes peruanos para pedirle unos libros”, dice Báez.
La metatextualidad es este juego en el que las historias están en constante reconstrucción entre la ficción y la realidad. (I)
Su libro
Nunca más Amarilis
Esta novela ganó la tercera edición del Premio de Novela Corta Miguel Donoso Pareja.