Los escenarios para conciertos no masivos escasean en la capital
Los rockeros de Quito demandan más apertura
Son las 20:00 de un sábado y, al igual que muchas otras noches, las aceras de Chimbacalle, al sur de Quito están pobladas de aficionados al rock pesado que esperan el inicio de un concierto frente al estadio de la liga barrial.
El predio que los acoge en ese barrio ferrocarrilero tiene las siglas ACJ en la entrada. Al contrario de lo que podría suponerse, no es propiedad de un gremio de gestores culturales o de artistas, sino de la Asociación Cristiana de Jóvenes que suele prestarles sus instalaciones.
Pero esta vez, para el concierto de la banda colombiana de rock sinfónico Kraken, que convoca a más público del habitual, el escenario será la ‘cancha privada’ de la ACJ.
El concierto inicia con la agrupación Sueño Eterno sobre las tablas y en la cancha de cemento que ahora sirve de auditorio ya no hay espacio para más gente. Unas 500 personas obligan al organizador del evento a cerrar las puertas, pese a que, afuera, algunos aficionados todavía pugnan por comprar una entrada. A lo largo de la calle aledaña hay 4 patrulleros estacionados, vigilando que no haya desmanes, más que controlando el consumo de licor en la vía pública. Los moradores del sector están acostumbrados a este tipo de aglomeraciones que comúnmente no desbordan los locales de la ACJ, a excepción de esta vez, en la cual muchos rockeros se resignan a escuchar las canciones desde la calle Benjamín Lastra.
¿Qué dicen los gestores culturales?
Pablo Rodríguez, quien es miembro de la organización Al Sur del Cielo, empezó este año con el trajín de organizar el concierto que cada 31 de diciembre, desde 1987, se celebra en la Concha Acústica de la Villaflora. Sobre el tema publicó el libro Cuatro décadas de historia, en el que narra la peripecias de este evento que, en sus inicios, no tenía la regularidad que hoy lo caracteriza.
Durante la última semana de 2014, Rodríguez nuevamente fue testigo de la dilación en la entrega de los permisos requeridos para el concierto. “Querían imponernos condiciones”, le contó a este diario. “Le dijimos al jefe de Cultura de la Administración Zonal Eloy Alfaro, Jaime Franco, que no se debe cambiar de fecha, que es un evento ciudadano que por décadas se ha ganado el derecho a cerrar el año”.
Las negativas en torno a la organización de eventos artísticos que tengan que ver con la cultura urbana del rock son constantes, recuerda Rodríguez. Enseguida menciona otras ofertas de Franco -como la de trasladar el concierto a la Tribuna del Sur en un futuro-, quien al final aceptó que el show del 31 de diciembre se hiciera con un contingente policial que desalojó a miles de asistentes, de forma abrupta, a las 18:00. Los equipos de iluminación que habían contratado no se usaron porque las presentaciones finalizaron antes del anochecer, según lo dispuesto por la Alcaldía.
El colectivo que integra Rodríguez también es el encargado de gestionar, cada año, desde 2003, la Semana del Rock (varios días de conciertos con agrupaciones noveles y algunas conocidas). Los procesos que debe seguir para que esto sea posible lo tienen ocupado desde el primer semestre del año, debido a los trámites que se exigen en distintos organismos de control.
A fines de enero, Al Sur del Cielo solicitó una cita con la nueva administración de Cultura del Municipio (SECU), que inició sus labores el 2 de febrero. La transición en la toma del cargo por parte de Pablo Corral aplazó el encuentro para hablar de estos festivales y se dio hace 2 semanas sin la presencia del secretario, quien se excusó diciendo que tenía una cita con el Alcalde.
El actual director de Creatividad, Memoria y Patrimonio de la SECU, Stalin Lucero, recibió a Rodríguez como asesor de Corral. Lucero fue parte de la dirección de producción de la Fundación Teatro Nacional Sucre y allí conoció el trabajo de los organizadores de conciertos, pero, en su nuevo cargo, apenas les mostró la ‘apertura’ de la nueva administración. “Los montos para cada festival y otros procesos aún están en conversaciones”, afirma Rodríguez, quien planea llevar a cabo la Semana del Rock en julio o septiembre, posteriormente a una selección de bandas, en torno a la cual tampoco están definidos todos los parámetros.
A 7 años del incendio que cobró la vida de 19 rockeros en un local que no reunía las condiciones para un concierto, la primera vicealcaldesa de Quito, Daniela Chacón, le dijo a EL TELÉGRAFO que la Secretaría de Cultura sería la encargada de facilitar los temas burocráticos para la contratación de pequeños y medianos gestores, puesto que el Municipio de Quito no cuenta con un sistema que los integre.
Este diario ha intentado hablar con Pablo Corral desde febrero, pero el funcionario aduce que su agenda no le permite responder entrevistas.
La inversión para la construcción del Parque de las Culturas Alternativas Factory, que administraría la fundación homónima, al sur de la ciudad, será de $ 1,2 millones. (I)