Desde el pasado 12 de noviembre se realizan en el cantón Puebloviejo distintos talleres con el objetivo de preservar los bienes patrimoniales de Los Ríos. Estos se encuentran en riesgo con las afectaciones que ocasionaría el fenómeno El Niño, que este año se prevé especialmente intenso.

La Dirección Provincial de Cultura de Los Ríos inició el camino de preservación con varios talleres de prevención de bienes culturales. A la cita acudieron 36 personas.

El padre Milton Temesela Moscoso, de la parroquia Carama, tiene a su cuidado el archivo eclesiástico que data de 1800 y cuyo estado de preservación es excelente.

Además de su buena preservación, los bienes son accesibles, pues están ubicados en una vitrina de madera con vidrio, bien encuadernados los textos, ordenados por fechas, la letra aún legible muestra cuidadosa manipulación a lo largo de dos siglos.

El padre Temesela y la curia solo cuentan con un restaurador por ciudad principal en Ecuador (Quito, Guayaquil y Cuenca). En este caso, él empíricamente ha aprendido a conservar estos textos hace 20 años, tiempo que lleva como párroco de la zona. Cada semana limpia el polvo de la estantería y de cada libro. Como no hay muchas personas que desean ver a diario los archivos antiguos, el papel y sus escritos se conservan bien.

No es el caso en la mayoría de archivos y por eso los cursos eran necesarios. En su organización participó la Subsecretaría de Memoria social del Ministerio. Los asistentes se ubicaron en el Centro Cultural Justino Cornejo, para abordar dos temas: Plan de contingencia, medidas preventivas para los bienes culturales patrimoniales ante las erupciones volcánicas y el fenómeno El Niño; y, también, Manejo de bienes culturales y mitigación de riesgos.

En un caso emblemático, la bibliotecaria Erika Piedrahíta Guzmán, de la Biblioteca Municipal de Vinces, indicó que tienen más de 12.000 libros y que gracias al Decreto de Emergencia del Patrimonio Cultural e Inmaterial, que maneja el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), se logró conservar y restaurar parte de los libros que guardan.

Están a la espera de comenzar con el segundo módulo de restauración. Esta biblioteca, por su volumen y por contener libros antiguos, es considerada como la más urgente de intervenir en la zona.

Para los expositores, el historiador Daniel González y la restauradora-museóloga Lorena Garrido, estos talleres han servido para ver las necesidades de la población en preservar la memoria histórica.

También anotan la falta de protección y conservación de los archivos, bibliotecas y museos, y expresan que la sola mención de su posible recuperación originó gran expectativa entre los ciudadanos y las autoridades provinciales.

El viernes 13 de noviembre se organizaron visitas técnicas a diferentes cantones de la provincia. El destino eran diferentes bibliotecas, museos y archivos. Se corrió una encuesta a los encargados de salvaguardar bienes culturales, con la finalidad de conocer los problemas que presentan estos repositorios.

El sargento Segundo Terán, custodio del Centro de Interpretación Militar, ubicado en la Base Cenepa, en Quevedo, menciona que el lugar no es considerado como museo, pese a que guardan material militar desde principios de 1800. La idea de exponerlo al público comenzó en 2008 empíricamente y con el tiempo tomó forma. Este centro militar funcionaba en la Base de Latacunga, pero ante el proceso eruptivo del volcán Cotopaxi, por seguridad, se trasladó a esta ciudad.

El sargento Terán comenta que carecen de especialistas en conservación de bienes culturales que les enseñen un adecuado manejo de las piezas que tienen. Necesitan ayuda sobre cómo exponer los armamentos al público.

Carlos Garzón Mesa, promotor cultural del Municipio de Quevedo y encargado del Museo Arqueológico del Cabildo, indica que carecen de un profesional que ayude a inventariar, arreglar cronológicamente y restaurar las piezas.

Manifiesta su preocupación por el hecho de que cada semana en la provincia de Los Ríos los montuvios o campesinos encuentran yacimientos arqueológicos, que son saqueados por aficionados o incluso destruidos, pues se ignora el valor histórico y cultural de los restos.

Si bien el INPC ha hecho énfasis en el estudio de los acervos arqueológicos, comparte la preocupación del sargento Terán sobre la necesidad de tener espacios para la exhibición pública de los bienes patrimoniales.

En esta y otras materias, la presencia e inversión específicas del Ministerio de Cultura y Patrimonio para salvaguardar los bienes patrimoniales da cuenta del compromiso del Estado con su historia y su memoria para situar su presente y proyectar su futuro. (I)