Los Jaivas: música andina y rock

Los Jaivas, el longevo grupo de música chileno conocido por crear un estilo propio que mezcla la música andina con el rock progresivo estadounidense, celebra este año 50 años de trayectoria musical, durante la cual han guiado a sus seguidores a   un imaginario viaje de miles de kilómetros.

Los creadores del rock progresivo con tintes folclóricos fueron emblema del movimiento hippie en el Cono Sur  y tras el golpe de Estado de 1973 se tornaron en un símbolo de la lucha contra Augusto Pinochet.

Hippies, innovadores y con un ‘pito’ (porro), en la comisura de los labios,  destacaron por mezclar la tradición chilena con estilos importados, como el rock o el jazz.

Así, aunque en su debut en Viña del Mar de agosto de 1963 su nombre sonaba ‘más gringo’, los hermanos Parra (Claudio, Gabriel y Eduardo), Mario Mutis y Eduardo Alquinta, más conocido como ‘El Gato’, lo hispanizaron: de los ‘High & Bass’ nacieron Los Jaivas (que suena igual que jaiba, un crustáceo chileno).

Sería precisamente esa capacidad de reinterpretar la tradición chilena, junto  con estilos importados, lo que les valió el sobrenombre de  los  ‘Pink Floyd latinoamericanos’, apodo que consolidó su compromiso político contra la dictadura de Pinochet.

Los abucheos de su primer concierto en agosto de 1963 no pudieron frenar a Los Jaivas, que abandonaron su propuesta musical a base de cha cha cha, bossa nova y bolero para apostar por la vanguardia que llegaba desde Estados Unidos.

El giro de modernidad fue el verdadero nacimiento del mito. Influidos por la reforma universitaria, Los Jaivas empezaron a hacer ruido en el alargado país cuando llegaron los maravillosos años 70.

El momento en el que se alzaron como grandes íconos del movimiento estudiantil llegó cuando aparecieron en el festival de Piedra Roja, un mítico recital hippie chileno.

Y por eso no sorprende que si al otro lado del hemisferio los Grateful Dead hacían experimentos creativos con ácido, el ya fallecido ‘Gato’ Alquinta venerara la marihuana.

Políticamente comprometidos, aunque sin casarse con ningún partido, ellos luchaban con sus letras y ritmos contra la represión.

La relación de Los Jaivas con la izquierda bien podría titularse “historia de un malentendido”, porque aunque Chile pedía líderes que gritaran en las calles, ellos prefirieron vivir en un arcoíris setentero.

Los Jaivas practicaban un estilo de vida que si bien era “revolucionario”, también era apolítico: vivían en comunidad, practicaban el “amor libre” y se europeizaron tras marchar a Argentina y Francia después del golpe de Estado de septiembre de  1973.